Así es la vida en el único pueblo de España 'maldito' y excomulgado

Este pequeño municipio de menos de 100 habitantes ubicado en la provincia de Zaragoza no quiere la excomunión del Papa por todo el turismo que atrae desde hace años

Enrique Espada

Periodista especializado en actualidad

Actualizado a 2 de abril de 2024, 07:07

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Normalmente, si escuchamos la palabra maldición, nos viene a la cabeza una persona maldita o una casa maldita. Pero también pueden ser pueblos o, más bien, un solo pueblo en todo nuestro país. Estamos hablando de Trasmoz, un pequeño municipio en la provincia de Zaragoza, Aragón, que no llega ni a los cien habitantes censados -según los datos oficiales más recientes-.

89 habitantes, concretamente, pero cientos y cientos de turistas que lo visitan cada año únicamente por ese atractivo tan esotérico. El castigado pueblo en el pasado le hace seguir estando excomulgado desde el siglo XVI y maldito desde el XIII.

Excomulgado desde el siglo XVI

En la Edad Media cualquier acto de brujería llevado a cabo por mujeres herejes era censurado y tildado de ‘maldito’. Tampoco hace falta visualizar la clásica imagen de la típica bruja que vuela en escoba como las de los cuentos o las películas, porque realmente se trataba de sencillas curanderas. Al menos en el caso de Trasmoz, el pueblo maldito de la comarca de Tarazona, en Zaragoza.

¿Por qué solo este y no otro pueblo de la zona? Muy sencillo. El que fuera en sus inicios uno de los asentamientos más antiguos en el norte del país, se encuentra en un enclave extraordinario por la variedad de plantas y flores que facilita. Trasmoz se ubica a los pies del Moncayo, una montaña de gran altitud en la zona después de los Pirineos. Lugar este, por tanto, magnífico para aquellas curanderas señaladas como brujas que podían elaborar cualquier clase de remedio natural o mejunje con el que desarrollar sus ritos nada aceptados por aquella atrasada sociedad medieval.

Lola es la última bruja de Trasmoz

Otra pregunta que uno puede hacerse es por qué sigue excomulgado el pequeño pueblo tantos siglos después. Pues bien, aunque parezca increíble, la esotérica tradición ha continuado allí hasta nuestros días, pese a ser un municipio de tan pocos habitantes. Y es que otro de los atractivos del pueblo maldito es que, todavía en la actualidad, sigue habiendo un total de nueve ‘brujas’. Lola, por ejemplo, es el nombre de la última. Fue nombrada en 2008 y, desde entonces, es conocedora de decenas de brebajes y supuestos hechizos.

Pero, por suerte, los tiempos han cambiado para las brujas del siglo XXI. Mientras que a las de la Edad Media se las perseguía por estos actos impuros y satánicos que incluso tras su muerte en la hoguera se las enterraba fuera de los campos santos, a las de hoy se las mira desde una óptica totalmente diferente. "Ser bruja en Trasmoz no tiene ningún inconveniente. Es un premio que te da el pueblo", ha explicado recientemente una de las hermanas de estas nueve brujas en Espejo Público de Antena Tres.

Quieren seguir siendo 'malditos'

Se podría llegar a pensar que este pequeño pueblo de Aragón quisiera dejar de ser la única “obeja negra” del Vaticano, pero todo lo contrario como también explica en el programa de Susanna Griso Jesús Gandía, el actual alcalde de Trasmoz.  "La excomunión y la maldición es un tema que solamente lo puede levantar el Papa”, pero sin embargo no quieren que la elimine. "Nos da más beneficios que pérdidas", concluye el máximo representante político de un municipio al que el turismo de la ‘brujería y la maldición’ les hace, desde hace años, un poco más ricos.
 

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