Así es la nueva vida de Álex García, el joven vizcaíno repatriado desde Tailandia por una grave pancreatitis

Álex ingresó en un hospital de Tailandia con una pancreatitis aguda y un pronóstico grave que le impidió volar a España durante las primeras semanas de la enfermedad.

Alicia Alarcón
Alicia Alarcón

Redactora digital de Lecturas

Álex García
Noticias Cuatro

Álex García, el joven vizcaíno ingresado en Tailandia por una pancreatitis, se encuentra al fin en casa. Después de varias semanas ingresado en un hospital de Bangkok con un grave pronóstico y en estado crítico, Álex fue repatriado a España por el Ministerio de Defensa. Aquí fue operado en el hospital de Cruces de Vizcaya donde, también, se ha recuperado de la enfermedad durante meses. 

La historia de Álex en Tailandia

Álex García asegura que la vida le ha dado "otra oportunidad". Así lo siente después de haber pasado casi dos meses ingresado en un hospital de Bangkok y otros dos en España con un pronóstico grave por una pancreatitis aguda. Lo que empezó como un bonito viaje de vacaciones con su mujer, Usoa Martínez, terminó convirtiéndose en toda una pesadilla que casi le cuesta la vida. La preocupación apareció a los pocos días de aterrizar en Tailandia con unos fuertes dolores en el abdomen. Tras acudir a un hospital tailandés, los médicos le diagnosticaron una pancreatitis. Poco después, fue ingresado en una planta y su pronóstico empeoró a medida que avanzaba la enfermedad. El joven vizcaíno llegó a estar intubado y con un 40% de pancreatitis aguda durante varias semanas. Además, los médicos tailandeses señalaron que existía un riesgo real de que sufriera una hemorragia interna.

Por si fuera poco, el seguro no podía cubrir más gastos hospitalarios y Álex tenía que ser intervenido quirúrgicamente. En ese momento, la situación parecía que no iba a mejorar y fue entonces cuando Usoa se puso en contacto con el Ministerio de Defensa en busca de ayuda. La embajada de España en Tailandia estaba al tanto de la situación de Álex, aunque en ese momento no podía hacer demasiado por el joven de 39 años. Su mujer solicitó que fuera repatriado de vuelta a España para ser tratado aquí, aunque su grave estado de salud lo impidió en dos ocasiones. Su situación era crítica y se le acababa el tiempo. La familia llegó a contratar una empresa privada por un precio de 221.000 euros que canceló el vuelto medicalizado debido a las graves condiciones en las que se encontraba Álex. Usoa Martínez tuvo que regresar a España para cuidar a sus tres hijos. Mientras tanto, Álex estuvo ingresado en el hospital a casi 10.000 kilómetros de sus amigos y de su familia. Usoa utilizó los medios para darle visibilidad a su caso y pedir auxilio desde España. En cuanto el pronóstico de Álex se mantuvo estable, el Ministerio de Defensa lo trajo de vuelta en un avión medicalizado. También regresaron junto a él su madre y su cuñada que volaron a Tailandia cuando Usoa tuvo que volver a España. 

La nueva vida de Álex García en casa junto a su familia

Álex aterrizó en España hace casi dos meses. Desde entonces, ha permanecido ingresado en la UCI del hospital de Cruces en Bizkaia donde fue operado de urgencia. La situación de incertidumbre en la que vivía Usoa Martínez, Álex García y su familia terminó por fin hace poco. Su pronóstico ha mejorado con el tiempo y Álex ha recibido el alta este mismo martes. El joven vizcaíno de 39 años ya se encuentra en casa con su mujer y sus tres hijos. "Ayer venía nervioso desde el hospital. Claro, llevaba cuatro meses sin estar en casa y cuando abría la puerta era como que no conocía casi la casa. Cuando me vieron los niños, casi no se lo creían", señalaba en 'Noticias Cuatro'. Álex todavía recuerda cómo fue aquella visita al hospital en su viaje a Tailandia que le cambió la vida por completo. "Los primeros cinco días fue bonito, me gustó mucho Tailandia, lo que pasa que ya el quinto día me acuerdo de que en un desayuno me empezó a doler y me acuerdo de que me desperté en el hospital. Las últimas semanas pensaba que no pasaba", explica.

También ha señalado que el dinero de la seguradora era insuficiente para tratar todas sus necesidades médicas. "El seguro que te dan en la agencia normal son 100.000 euros y piensas que es mucho, pero si te pasa algo como lo mío te das cuenda de que no es nada", defiende. Aunque Álex ya descansa en casa con su familia, la pancreatitis aguda todavía le deja algunas secuelas temporales. "Vienen todos los días o cada dos días a mirarme el drenaje y a curarme", explica a 'Noticias Cuatro'. Aun así, Álex ya duerme en casa junto a su familia y se encuentra fuera de peligro sano y salvo. Su mujer, Usoa Martínez, se ha mostrado feliz de tener a Álex de vuelta en casa y junto a sus hijos. "Estamos tranquilos, con cierto miedo también, pero bien", señala. Ahora les toca "descansar, jugar con los críos, aprovechar todo el tiempo perdido con ellos y a ser felices".

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