Hace tres días, las monjas más famosas de España, excomulgadas y acusadas de comprar sábanas de seda y otros productos no aptos para bolsillos humildes ponían en marcha un 'crowdfunding'. Si bien desconocemos cuánto han podido recaudar con las otras dos vías alternativas, sus números de cuenta y los envíos a través de Bizum, porque obviamente se trata de datos privados y obviamente protegidos, no ocurre lo mismo con este mecenazgo.
La página que han habilitado tiene poco más de 20 días para alcanzar el objetivo de 20.000 euros que se han puesto como techo, pero ya acumula numerosos donativos y algunos de ellos incluyen mensajes de apoyo hacia las ex clarisas cismáticas dos meses después de que comenzara el conflicto público.
La cifra acumulada en el 'crowdfunding' de las monjas de Belorado
Después de que fueran excomulgadas por decreto el 21 de junio por el Arzobispado de Burgos, las monjas de La Bretonera dejaron de pertenecer automáticamente a la congregación de clarisas y, por tanto, perdían todos los derechos asociados. Su decisión fue la de transformar su agrupación en la Asociación del Monasterio de Santa Clara de Belorado, a la espera de que se active la maquinaria judicial que les obligue a no utilizar el nombre de la orden y del convento, en el que han pasado a ser 'okupas', pero así se presentan también en la página que han abierto en la plataforma 'Paypal'.
Su mensaje, "que dios se lo pague" y la meta llegar a 20.000 euros en 27 días, un plazo reducido ahora a 24, pero no van a mal ritmo, ya que mientras redactábamos estas líneas han superado la barrera del 10%, con un total de 2.008 euros y donativos que van desde los 5 euros a los 125, algunos de ellos preservando el anonimato y otros con nombres y apellidos y hasta mensajes de apoyo. "La fe y las creencias no están sujetas a reglas y liturgias estrictas", escribe uno de sus últimos mecenas, mientras otro caritativo publica con su aportación que le es indiferente que sean monjas, ya que para esa persona se trata de "apoyar al pequeño contra el grande" y considera esta situación "una extorsión en toda regla".
Sorprende uno de los escritos que les dejan y es que el limosnero se presenta como ateo, pero cree que "lo que la "Santa Madre Iglesia" les está haciendo es indignante". En general, se trata de palabras religiosas y en diferentes idiomas, al igual que los 41 costeadores que han enviado dinero a las religiosas hasta ahora, ya que el seguimiento del cisma parece estar siendo internacional. La ex abadesa justificaba esta apertura con la difícil situación económica que atraviesan y de la que culpa al arzobispo Mario Iceta por "usurpación" de las cuentas bancarias de las que eran titulares anteriormente.
"Estamos recibiendo como consecuencia de este acto de fe y fidelidad a la Santa Tradición Secular de la Iglesia Una, Santa Católica y Apostólica: Insultos, calumnias, desamparo, aniquilación de la buena fama, coacciones, intentos de usurpación de Administración y propiedades, amenazas de desahucio y una campaña de odio y desprestigio público en medios de prensa y televisión", publican en la presentación del mecenazgo abierto el jueves, en el que piden ayuda, dicen, "para subsistir económicamente, dado que se han intervenido las cuentas bancarias y no pueden hacer frente a los gastos ordinarios de su comunidad religiosa".
El Arzobispado de Burgos no mueve ficha con las monjas de Belorado
Desde que decretaran la expulsión de las monjas de Belorado el pasado 21 de junio, el Arzobispado de Burgos se ha limitado a responder a las acusaciones de las ex clarisas, sobre todo a la "papisa" Laura García de Viedma, que en la última semana ha llegado a airear una presunta sanción del Banco de España a Mario Iceta en el pasado y le ha reprochado que les hayan dejado como morosas frente a la opinión pública. Donde las dan las toman, se suele decir, pero hay facturas de sábanas de seda y otras, todavía supuestas, de jamones ibéricos y teléfonos de alta gama que contrastan con esa imagen de humildad que quiere vender la ex abadesa. De momento, no hay más movimientos de ficha en el tablero del cisma y las ex monjas siguen en el convento campando a sus anchas hasta que alguien con la suficiente autoridad para ellas les muestre una orden.
Mario Iceta nunca se ha dirigido a ellas en público como "okupas", pero les ha recordado en reiteradas ocasiones que si no hay arrepentimiento y rompen con la Iglesia, esa que ellas llaman conciliar y con la orden de clarisas, no tienen ningún derecho a permanecer en el monasterio. Este lunes llegamos al ecuador de julio y el arzobispo decía en su comparecencia que tendrían que dejar las dependencias monacales "en los primeros días de julio", pero de momento solo tenemos novedades procedentes de las hermanas de La Bretonera, que en su perfil 'Tehagoluz' de 'Instagram' nos van dando sorpresas semanales para poner nombre a cada capítulo de esta historia tan real que ha superado ya a muchas ficciones.