Una de cal y otra, más grande, de arena para los McCann. Si hace tan solo un mes recibían la buena noticia de que durante los actuales juicios contra Brueckner -principal sospechoso de la desaparición de Madeleine (2007)- un testigo desveló haber encontrado dos mails íntimamente relacionados con el caso así como varias pruebas gráficas en un disco duro del alemán confiscado por los investigadores de la policía, ahora todo da la vuelta.
Y es que el final no va a ser tan fácil como se preveía. Al menos, tras conocer el reciente revés que Kate, Gerry y los dos hermanos gemelos de Maddie, Amelie y Sean, ya mayores de edad, acaban de sufrir. Y es que el magistrado que en estos momentos está juzgando al pedófilo por cinco delitos de agresión o violación sexual a mujeres en el Algarve entre 2000 y 2017, ‘casualmente’ misma zona turística de Portugal en la que desapareció Maddie con tan solo cuatro años y mismo marco temporal, ha decidido anular la orden de arresto contra él por llegar a la conclusión de que no existen evidencias suficientes.
Sin pruebas suficientes contra el presunto raptor de Maddie
Este gran varapalo significa que Christan Bruecker, el gran sospechoso de que la pequeña niña rubia se encuentre casi 20 años después todavía en paradero desconocido, podría salir fácilmente de prisión en 2025. Hay que recordar que el agresor sexual cumple actualmente su sentencia de siete años por violación a una septegenaria estadounidense, también en Praia Da Luz, condena impuesta que terminará de cumplir a principios de año. Por tanto, la decisión del juez Ute Inse Engelmann, al que no le convencen del todo los testimonios en dichos juicios en Alemania, permitiría de nuevo a Brueckner integrarse en la sociedad.
Un victorioso escenario para Bueckner que, principalmente, no debe ser del gusto de ninguna de sus cinco denunciantes, como tampoco lo es para los McCann por todo lo que este fallo podría significar en el supuesto desenlace del caso de Maddie. De las crudas historias que se están juzgando en estos momentos, destacan las de Hazel Behan -irlandesa que en 2004 fue presuntamente violada sexualmente por él-, una joven alemana a la que se exhibió desnudo en 2007, y una menor de edad frente a la que se expuso de forma indecente en 2017. Y, recordemos, en la misma localidad del país luso en la que desapareció la inocente niña rubia.
Sus abogados: es “inocente de los delitos sexuales de los cuales se le acusa”
Desde luego, todas infames y que jamás deberían compararse con la desaparición de la pequeña de los McCann, pero lo cierto es que a estas otras víctimas nunca las raptó ni las hizo desaparecer. Sufrieron la mala suerte de cruzarse una sola pero terrorífica vez en su vida con este ‘ser’ de dudosa ética, pero Maddie la sufrió para siempre. Ahora, además, parece que la justicia alemana se pone del lado de su presunto asesino. Tras conocer la orden del juez, los abogados del alemán están convencidos de que no se presentarán cargos contra él en el caso de Madeleine McCann porque es “inocente de los delitos sexuales de los cuales se le acusa”.
En cualquier caso, no hay que dar por perdida la positiva resolución de un caso que se ha hecho famoso en el mundo entero por estar protagonizado por una indefensa niña y noticias tan desesperantes como esta. Esta es la versión solo de lo defensores del alemán ahora mismo procesado y de lo que presuponen jurídicamente, pero que finalmente no haya pruebas contundentes contra Brueckner en estos juicios por acoso o agresión sexual no significa que todo esté perdido conforme a la desaparición de Maddie.
Estos son los repugnantes indicios contra Brueckner
Además del contenido de los correos electrónicos y el comprometido material audiovisual del disco duro que Titus Stampa -testigo en uno de estos cinco juicios- desveló a principios de junio, el nuevo análisis de restos de ADN del interior de la furgoneta en la que presuntamente se perpetró el rapto o las reveladoras declaraciones de Helge Busching -amigo entonces del principal sospechoso- quien en 2017 confesaría a la policía que Christian Brueckner le habría confesado el asesinato de la niña británica días después del suceso, tendrían que ser para las autoridades pertinentes evidencias más que suficientes con las que sentarle en el banquillo de una vez por la desaparición de Madeleine McCann.
Casi dos décadas a la espera de un juicio contra alguien que fue capaz de violar a una indefensa anciana estadounidense solo dos años antes de la desaparición de la niña británica y en el mismo lugar de los hechos, el Algarve. Playa turística de Portugal en la que, al parecer, no pueden confirmarse por falta de pruebas rotundas otros cinco delitos similares contra el mismo número de mujeres inocentes. Demasiadas casualidades…