En la última comida de 'Sálvame' hubo algún momento de tensión

Terelu Campos

Presentadora, colaboradora televisiva, bloguera y actriz

Actualizado a 12 de julio de 2023, 14:21

GAROFANO
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Dos semanas después de que acabara ‘Sálvame’, parte de los compañeros hemos conseguido ponernos de acuerdo, por fin, para quedar a comer. No fue fácil cuadrar las agendas para que estuviéramos todos, por eso hay gente que falta en la foto de familia que hicimos. Al menos, conseguimos juntarnos un grupo de quince personas.

Os voy a contar cómo surgió la idea. Semanas antes de que Chelo García-Cortés se operara de la cadera, los colaboradores hicimos un chat titulado ‘Por Chelo’ para ponernos de acuerdo y ayudarla el tiempo que estuviera de baja. Esto os lo digo para contextualizaros lo que os voy a contar ahora. En ese chat no estábamos todos, pero sí la mayoría. De modo que empezamos a planear esta quedada en ese grupo y ya sabéis lo que pasa: unos pueden y otros no, porque están de viaje, están ocupados o porque no les apetece. Cada uno tiene sus motivos. 

Terelu Campos

Temas que escuecen


Antes de seguir hablándoos de cómo fue la comida, que ya os adelanto que dio mucho de sí, quiero confesaros que ese chat, en los últimos tiempos del programa, nos ha dado mucho juego. Nos ha servido para desahogarnos, para divertirnos, para ser críticos y para compartir sentimientos. Siempre os he dicho que somos una gran familia con lo que eso conlleva, con lo bueno y con lo malo. Eso sí, cuando alguien toca a uno de los nuestros no hay discusión y vamos todos a una.

Volviendo a la comida. Unos vinieron desde el principio y otros fueron sumándose después. Quiero agradecer a mi amigo, Daniel Talavera, y a todo su equipo de camareros y cocineros del restaurante Torcuato, todas las facilidades que nos dieron para disfrutar de una comida excelente. Yo me encargué de buscar el sitio y eso tiene sus cosas buenas y menos buenas. ¡Qué difícil es acertar con el gusto de todos! Al final, la elección del lugar y la comida fue un triunfo. Menos mal, porque me quedé muy contenta de que a todos les gustara.

Para ese día me guardé alguna que otra sorpresa. La primera fue la presencia de Cristina, nuestra compañera azafata, que desapareció unos días antes de que acabara el programa sin despedirse de ninguno. Esa pena la llevábamos todos dentro. La segunda sorpresa fue el podernos reunir todos, otra vez, con Carlota Corredera. Durante la comida hablamos un poco de todo: de la vida, de cuándo sabríamos las fechas para viajar a grabar el proyecto que algunos vamos a hacer en Netflix… Pero también hubo risas, llantos, anécdotas, confidencias y algún que otro momento más tensionado. Hay que tener en cuenta que las circunstancias contractuales entre nosotros son diferentes. Lo que para unos es bueno o no tan malo, para otros es complicado y doloroso. Yo pido, por favor, que nos relajemos y que no toquemos temas que nos puedan escocer. 

Una filtración incómoda


Hablando de momentos tensos, nada más llegar a la puerta del restaurante me encuentro con varios fotógrafos y pienso: “¿Quién ha filtrado que hemos quedado? No me lo puedo creer”. En el fondo estoy tranquila porque sé que yo no había sido, pero no dejo de tensionarme porque la que había elegido el sitio era yo. Sé que mis compañeros jamás dudarían de mí porque me conocen bien. A Belén Esteban le molestó, especialmente, que hubiera prensa y entró enfadada al sitio. Yo también me molesté y reconozco que no fui simpática con los compañeros fotógrafos. El pensar que mis compañeros pudieran poner el punto de mira sobre mí no me hacía ni puñetera gracia.

A pesar de todo, la verdad es que pasamos un buen día. La cosa se alargó hasta casi la hora de la cena, lo que permitió que fueran llegando más compañeros a los que esperábamos. Ahora, de manera casi individual, empezamos una nueva andadura profesional. A algunos la oportunidad les ha llegado ya antes que a otros. De lo que estoy segura es de que cualquier productora que se precie, cualquier canal o cualquier programa que sepa de televisión ubicará a las personas que han hecho que una cadena sea líder durante trece de los catorce años que ha durado el formato. La experiencia en esta profesión, como debería serlo en todas, tiene que ser un valor al alza. ¡Nunca un trabajo debe estigmatizar a un trabajador! La profesionalidad tiene que estar por encima de todo. Así que hasta que nos vayamos colocando en otros trabajos aprovecharemos para disfrutar de unos días de vacaciones.

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