Es amoral que los hijos de Fernando Fernández Tapias lo incapaciten

No hablo del dinero, sino de la amistad y del afecto, lo más importante que hay. Él tuvo un detalle muy bonito conmigo que yo no pude aceptar. El día que me casaba en Santander me ofreció su Rolls-Royce descapotable para llegar a la boda. 

Aún no se conocía la relación que tenían Nuria y él. Le dije: “Te lo agradezco muchísimo, pero esto te va a poner en el punto de mira y mi deber es protegeros. Cuanto más alejados estéis de la prensa, más tranquilos vais a vivir”.

Puedo entender que Nuria no fuera bien recibida al principio por los hijos de Fernando debido a la diferencia de edad. He tenido la fortuna de escuchar a sus amigos de toda la vida decir en privado que Nuria era la mujer que más había querido a Fernando y eso para mí es un orgullo. Él tiene cuatro hijos de su primera mujer, dos de la segunda y dos con Nuria. Hablamos de ocho hijos en épocas muy diferentes de su vida, de los que ha podido disfrutar de distintas maneras por su trabajo.

No sé si es justo o no y si judicialmente es posible, pero querer incapacitar a un padre me parece amoral.Que no olviden que su padre ha sido el sustento de la vida de todos sus hijos y de sus mujeres.Verlos entrar a un juzgado para hacerle daño a su padre es algo que no alcanzo a entender, solo por una herencia.

Llamo a una reflexión: ¿es normal que unos hijos utilicen recursos maquiavélicos para quitarle a su padre todo lo que se ha ganado solo porque es millonario? Es muy triste y estoy segura del dolor que tiene Fernando al no sentirse querido por sus hijos mayores. Desgraciadamente, su hijo Bosco murió inesperadamente. Me pregunto: ¿cómo se sentiría al ver lo que están haciendo sus hermanos con su padre? Hay quien dice que Nuria es la que está detrás de todo lo que hace Fernando y eso me parece infravalorarlo, porque siempre ha sido muy justo y honesto con sus amigos y su familia.

Nunca he contado que, cuando me separé, él me ofreció su casa para vivir con mi hija. Me pareció hermoso que se preocupara por nosotras. Afortunadamente, no lo necesitaba. Me gustaría que a través de mis palabras se conociera una imagen diferente de la que quieren dar. Es un vacilón y le encanta gustar. Siempre que entro por las puertas de su casa me siento querida, cuidada, arropada. Jamás he hablado públicamente de Nuria y de Fernando, pero tenía la necesidad de dedicarle unas palabras a uno de los mejores hombres que he conocido en mi vida.