A Leonor y Sofía les gusta el fútbol

Actualizado a 5 de mayo de 2016, 10:36

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La princesa Leonor y la infanta Sofía han salido futboleras. La mayor acudió la semana pasada por primera vez a un estadio de fútbol para presenciar, en el Vicente Calderón, el partido que enfrentó al Atlético de Madrid con el Bayern de Munich y este miércoles, su hermana pequeña ha animado, desde el palco del estadio Bernabeu, al Real Madrid en su encuentro con el Manchester City. Las niñas han dado buena suerte a los equipos que han ganado las semifinales que el próximo 28 de mayo se enfrentarán en la final que se celebrará en Milán. Suponer que las niñas sean forofas de uno u otro equipo ya es mucho suponer, porque a su padre le persigue desde pequeño la leyenda de que es del Atlético y, en realidad, no es de ningún equipo porque serlo significaría tomar partido y nunca mejor dicho. La familia real solo puede apoyar a un equipo español cuando se enfrenta a uno extranjero. Pueden jalear los goles del Atlético o del Real Madrid pero no podrán hacerlo cuando se enfrenten entre ellos.

En lo de los equipos de fútbol rige una norma que no se aplica, por ejemplo, a los diseñadores favoritos de doña Letizia. La predilección por Varela, por ejemplo, con leves toques de Carolina Herrera, Hugo Boss, Nina Ricci y, en ocasiones Zara, para nivelar el presupuesto, supone que, necesariamente, otros diseñadores o firmas se sienten ninguneados.

Lo mejor de la presencia de Leonor y Sofía en el fútbol es que se las ha visto actuar con espontaneidad. No cabe duda de que las dos hijas de los Reyes son niñas educadas y obedientes siempre atentas, cuando aparecen en público, a las indicaciones de su madre, pero se las conoce muy poco. Sabemos más del príncipe Jorge de Cambridge y hasta de su hermana Carlota  que de Leonor y Sofía. La hija pequeña de los Reyes cumplió 9 años el pasado 29 de abril y la Zarzuela no consideró la posibilidad de ofrecer unas fotografías con ese motivo, como sí hacen en otras casas reales, aunque en España no se ha hecho nunca, ni con los actuales Reyes ni con los anteriores. Su presencia el el fútbol fue su regalo de cumpleaños.

Aprovechar el tirón de los niños de la realeza es norma común y contribuye a la popularidad de la Corona, siempre que no se abuse, claro.  Hace unos días, el presidente Obama, en la cena que todos los años se ofrece a los corresponsales en la Casa Blanca, relató su encuentro con el hijo de Guillermo y Catalina bromeando acerca de que le había recibido en albornoz. Seguro que el príncipe Jorge no tenía ni idea de quien era aquel señor que visitaba a sus padres, pero ya sabe que cuando sus padres tienen invitados debe saludar. Cuando se vaya haciendo mayor comprenderá lo que significa pero, como a todos los niños, hay que ir educándoles desde pequeños y en su caso, además, no tiene elección. Su trabajo de mayor será atender a las visitas que, además, serán de Estado.

La presencia de la infanta Leonor la semana pasada  en el estadio Calderón no estaba preparada pero poco antes de las 8 de la tarde, el Rey fue a despedirse de sus hijas contándoles que tenía que ir al fútbol, momento en el que le dijo a la mayor si quería acompañarle. Aunque asistir al partido comportaba que no podría irse a dormir hasta las 12 de la noche, la niña no tardó ni un minuto en decidir ir con su padre, ilusionada por la aventura prometió no protestar a la mañana siguiente cuando la levantaran a las 7 de la mañana para ir al colegio. Sofía no parecía tan entusiasta, pero cuando al día siguiente su hermana le contó lo bien que se lo había pasado, su padre le prometió llevarla al próximo encuentro, el que disputaron en Real Madrid y el Manchester.  Son esas apariciones las que acercan a las niñas a la gente sean espontáneas o programadas.

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