Cada vez le damos más y más importancia a nuestro bienestar, tanto físico como mental. Con el paso de los años hemos ido implementando y mejorando nuestra rutina diaria de skincare, en la que queremos tener las mejores cremas y productos para intentar retrasar el envejecimiento de nuestra piel. A esto debemos sumarle algunos tratamientos de lo más efectivos de cara a intentar que el colágeno siempre esté en su máximo esplendor y nunca deje de producirse.
El caso es que siempre terminamos hablando del cuidado de la piel y de tener una rutina lo más healthy posible, en la que incluimos gestos como el dormir bien, una alimentación adecuada y el ejercicio físico. Pero hay algo que no solemos tener en mente a la hora de cuidarnos y que también se refleja en nuestra piel y rostro: la felicidad.
La felicidad, el paso más importante en nuestra skinscare
Cuando hablamos de los pasos a tener en cuenta a la hora de hacernos nuestra rutina de skincare no solemos tener en cuenta las emociones, y esto es algo de lo que hemos querido hablar en profundidad con Yolanda Franco, experta y directora de formación de la firma parisina María Galland en España y Portugal, que nos cuenta que “todo lo que sentimos y vivimos se refleja en la piel.
El estrés, la irritación, la depresión... hacen daño a la piel, provocan bolsas, ojeras, la apagan, marcan las arrugas, se vuelve más sensible. Sin embargo, hay otra emoción que genera todo lo contrario y nos ayuda a mejorar el aspecto de la piel, nos aporta tersura, luminosidad, vitalidad, colabora en la regeneración de las células… es la felicidad”, explica la experta.
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Esta nos cuenta que para la propia Madame Maria Galland “la belleza única de cada persona en cada etapa de su vida, a cualquier edad, es el equilibrio entre su bienestar físico y mental", algo a lo que debemos dar más importancia si queremos sentirnos igual de bellos por fuera y por dentro. Se trata de algo mucho más trendy actualmente pero que ya en los años 60 fue realmente revolucionario y estableció nuevos estándares en la industria de la belleza.
Es por eso que en Maria Galland Paris apuestan todo a esta filosofía y consideran el cuidado de la piel como una inversión "skinvestment" a largo plazo, aseverando que debemos dedicar tiempo en calidad y cantidad a uno mismo, "abrazarnos" y mirarnos al espejo con "cariño", centrándonos en lo que "nos gusta de nuestra piel". Estas pequeñas acciones mejoran el estado de ánimo y las emociones, algo esencial para tener una piel feliz, bonita y de aspecto saludable, según explica Yolanda Franco.
¿Por qué pasa esto en la piel?
Aunque parezcan unos gestos de lo más simples, esto es importante y esencial porque “la felicidad genera hormonas positivas como las endorfinas, que se activan al pasear, reír, disfrutar con amigos, y ayudan a disminuir la ansiedad y retrasar los efectos del paso del tiempo, del envejecimiento”, nos cuentan. Es por esto que también es imprescindible y muy recomendable hacer ejercicio, ya que así también activaremos la serotonina, “la responsable del bienestar conectada a la producción de la vitamina D”, que también se activa “recordando momentos felices y a través del tacto”.
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De cara a luchar contra el estrés y enfermedades como la depresión, es importante el autocuidado y dedicarnos tiempo a nosotros, “por eso es tan importante el masaje, claramente un antidepresivo natural. Dedicar tiempo a aplicar el producto cosmético ya sea en cabina o en casa masajeando correctamente la piel, va a ayudar a activar esa hormona de la felicidad y a tener la piel más relajada, bonita, con luminosidad”, añade la experta de la firma parisina.
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Esta también nos recuerda la importancia de la melatonina, muy importante para tener un sueño reparador, ya que hace que "se active la hormona del crecimiento y el poder de regeneración de las células de la piel durante la noche", recordándonos que la calidad y cantidad del sueño forma también parte de la rutina de belleza. Por último, es importante estimular la oxitocina para nuestra belleza, algo que conseguiremos con "las relaciones con los demás, dando y recibiendo, con un te quiero, un abrazo o abrazarse. Esta hormona regula el cortisol y evita que las células se mueran antes de tiempo".
El tratamiento de la felicidad
Además de tener en cuenta todo lo anterior, Yolanda nos recomienda probar el tratamiento facial global MILLE Sublime Jeunesse de Maria Galland. Se trata de una "experiencia sensorial que combina la mascarilla 1000 MILLE Le Masque Sublime Jeunesse, con una innovadora textura hidrogel", consiguiendo aportarnos una genial sensación de frescor y bienestar a la piel, terminando con un masaje completo de rostro, cuello y escote, cuyo objetivo es regalarnos un gran momento de relajación para el cuerpo y la mente.