La imagen de Íñigo Onieva ha caído en picado en la última semana. Su sonada traición a Tamara Falcó sumado a esa forma de mentir ante las cámaras le ha llevado a vivir uno de los momentos más delicados de su vida. "Destrozado, avergonzado y muy arrepentido", así se encontraría el empresario tras la ruptura de su compromiso con la hija de Isabel Preysler.

A diferencia de Tamara, que daba la cara públicamente para poner fin al escándalo, a Íñigo Onieva parece como si se le hubiera tragado la tierra. Las informaciones apuntan que se encuentra refugiado en casa de un amigo íntimo y, al menos por el momento, no se ve con fuerzas para afrontar las preguntas de la prensa por la "vergüenza" que eso le supone.