En Secret Story ha nacido una nueva pareja. En menos 48 horas, Tom Brusse ha caído rendido a los encantos de la belleza canaria de Sara y entre ellos ya han saltado chispas. La joven se ha convertido en concursante oficial del programa (a pesar de estar casi a las puertas de la final), mientras que Tom ha entrado con invitado VIP y, aunque su estancia en Guadalix es breve, la ha aprovechado al máximo. Si por algo se caracteriza el marroquí, es por ser un auténtico rompecorazones y, aunque él vivió un momento de máxima tensión al ver a Sandra Pica poniendo fin a su relación desde Honduras, ahora Tom ha vuelto a las andadas y la ha liado mucho. Tanto, que ya se ha declarado a Sara tras romper fulminantemente con su pareja y sus palabras no han pasado desapercibidas.
El pasado jueves, Tom Brusse vivía un momento 'tierra trágame' al poner fin a su historia de amor con Sarah López, un momento que ella aprovechó para recriminarle su actitud: "Me has dicho que me querías más que a nadie, que era la madre de tus hijos, tu futura esposa, te he presentado a mi madre y después te acercas a otra chica que tiene el mismo nombre que yo", gritaba la joven en pleno directo con mucha rabia. Pero Tom es un joven que actúa por impulsos y no ha podido reprimirse
Tom Brusse y Sara ya han protagonizado besos de lo más ardientes en 'Secret Story'. Entre ellos existe una atracción muy fuerte y el empresario no ha dudado en dejar sus sentimientos al descubierto: "No puedo fingir. No sé qué me pasa... No paro de sonreír. Contigo me olvido del mundo. No sé si eso es bueno o malo. Nada más verte mi cabeza hizo boom".
Aunque Sara se ha dejado llevar de lo lindo, se ha mostrado un poco precavida ya que el historial sentimental de Tom le hace desconfiar al máximo: "No sé si creerte... Hay que hacerte un polígrafo", ha bromeado.
Eso sí, no ha podido ocultar la pena que le produce la idea de que Tom Brusse salga de la casa próximamente: "Dijeron que los famosos se quedarían hasta el final, pero no sé yo"... Se desconoce si este affaire tiene futuro pero lo que está claro es que entre ellos dos hay puro fuego... ¡Y hasta la despensa ha sido testigo de ello!