Mucho se ha hablado de la relación que Tamara Falcó tiene con su padre, Carlos Falcó, y el novio de su madre, Mario Vargas Llosa. Aunque siempre se ha mostrado positiva al hablar sobre cómo se lleva con ambos, no ha sido hasta la pasada noche, durante el estreno de la ópera ‘La Favorite', cuando la hija de Isabel Preysler ha tenido que tomar partido por uno de los dos.
La representación se llenaba de caras conocidas como el Duque de Alba, Mar Flores, Anne Igartiburu y Pablo Heras-Casado o Alberto Ruiz Gallardón que, sin embargo, terminaron pasando a un segundo plano con la aparición de Isabel Preysler, Mario Vargas Llosa, Tamara Falcó, Carlos Falcó y Esther Doña.
Por primera vez, Tamara coincidía con dos de los hombres de su vida. Pasar por la alfombra roja era un trámite casi obligatorio y la diseñadora, en vez de hacer un doble posado, apostaba por elegir a uno de los dos. Lejos de agarrarse del brazo de su padre, la celeb se decantó por sonreír junto al novio de su madre, una decisión que no ha pasado desapercibida y que reaviva los rumores de distanciamiento entre padre e hija.
Aunque sin Tamara, el Marqués de Griñon no se pudo quejar, ya que estuvo muy bien acompañado por su mujer, Esther Doña, una de las más atrevidas de la cita con un vestido negro que dejaba toda la espalda al aire. Para el matrimonio era además una de las primeras veces que aparecía en público desde su boda, celebrada el pasado 22 de septiembre. Un enlace al que Tamara prefirió no asistir “por motivos personales” y que podría ser el principal motivo de la frialdad entre padre e hija.
Con quien sí se mostró de lo más cariñosa fue con su madre y Vargas Llosa y es que el escritor peruano se ha convertido en uno de sus principales apoyos desde que hace dos años se mudara a vivir a la casa familiar de Preysler.