Tamara Falcó (41 años) e Íñigo Onieva (34 años) dejaron ayer Madrid para poner rumbo a la que sería su luna de miel. Dos días después de su boda, se pudo ver a la pareja llegando al aeropuerto cargada de maletas para emprender su primer viaje como marido y mujer. El recién estrenado matrimonio puso así rumbo a un destino en el que piensan desconectar de tantos días de nervios y emociones. Pero inevitablemente, ya desde el comienzo, su viaje más especial fue noticia. La razón, su coincidencia con Mario Vargas Llosa (87 años).
Tamara Falcó, Mario Vargas Llosa e Íñigo Onieva, en el aeropuerto
Casi al mismo tiempo en el que Tamara Falcó e Íñigo Onieva llegaron al aeropuerto, Mario Vargas Llosa salía de allí. Tanto para entrar como para salir, la pareja y el escritor suelen hacerlo por el acceso VIP del aeropuerto madrileño. Fue en ese lugar donde casi coinciden la hija y el exnovio de Isabel Preysler. Mientras unos llegaban en el coche que les trasladó hacia allí y el otro se subía al vehículo con el que puso fin al viaje que habría hecho tras su ingreso hospitalario. Un ingreso que casi coincide con la boda de la marquesa de Griñón y el empresario.
El ingreso de Mario Vargas Llosa antes de la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva
Cuando solo faltaban unos días para la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva, Mario Vargas Llosa fue ingresado en el hospital. Todo lo que sucedía alrededor del enlace de la pareja, era de lo más comentado. Algunas cuestiones se interpretaban como un gafe y como señales para Tamara sobre cómo podía acabar este matrimonio. El hecho de que el exnovio de su madre ingresara casi al mismo tiempo que su enlace, así se llegó a interpretar. Mario Vargas Llosa permaneció unos días ingresado en un hospital madrileño debido al covid. "En vista del interés de los medios por el estado de salud de nuestro padre, hacemos público que está hospitalizado desde el sábado tras habérsele diagnosticado el Covid-19. Está siendo tratado por excelentes profesionales y acompañado por su familia", comunicó su hijo Álvaro. Pero dos días antes de que llegara la boda y después de casi una semana en el centro hospitalario, afortunadamente el Nobel recibió el alta y pudo marcharse a casa y, como se ha podido comprobar al verle en el aeropuerto, de viaje. Un viaje que podría haber llevado a cabo al mismo tiempo en el que Tamara e Íñigo se daban el sí quiero en El Rincón.
Mario Vargas Llosa, ajeno a la boda de Tamara Falcó
En cuanto a la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva, Mario Vargas Llosa se ha mantenido completamente ajeno. El escritor ha preferido quedarse al margen de todo lo relacionado con el enlace de la hija de la que fuera su novia. La primera vez en la que la pareja anunció su compromiso, se desconocía que él había roto con Isabel Preysler y todo apuntaba a que sería uno de los invitados más destacados de la boda. Pero después, todo estalló entre ellos y dejó de formar parte de esa exclusiva lista. Desde entonces, la actitud de Mario ha sido la de no pronunciarse sobre este evento tan comentado, sobre las polémicas que han rodeado al enlace o sobre el papel de Isabel Preysler en la boda. La clara muestra de que prefiere dejar atrás su vida con Isabel y con la familia de esta.
Tamara Falcó e Íñigo Onieva, centrados en su luna de miel
Tamara Falcó e Íñigo Onieva tampoco han querido hablar en estos meses de Mario Vargas Llosa y lo más seguro es que se hayan mantenido ajenos a este cruce inesperado en el aeropuerto. Si en algo está centrado ahora el matrimonio, es en su luna de miel. La pareja cogió ayer uno de los aviones que les llevará hasta Australia. Este habría sido el destino elegido para disfrutar de sus primeros días como marido y mujer. Un viaje que les gustaría que hubiera durado más pero que tendrán que acortar puesto que tienen compromisos personales que atender en España.
Isabel Preysler, ajena a todo lo relacionado con Tamara Falcó, Íñigo Onieva y Mario Vargas Llosa
Por su parte, Isabel Preysler no se ha pronunciado al respecto de Mario Vargas Llosa, Tamara Falcó e Íñigo Onieva. Aunque las últimas noticias sobre ellos la convierten de alguna forma en protagonista, ella ha preferido dar un paso atrás en estas semanas y no entrar a comentar nada de la relacionado con la boda de su hija y su yerno, del ingreso hospitalario de su ex, o de la coincidiencia de los tres en el aeropuerto.