Sofía Cristo se sincera sobre su peor momento con las drogas: "Sufrí un amago de infarto"

La hija de Bárbara Rey se ha abierto en canal con Samantha Villar y le ha narrado el peor momento de su pesadilla con las drogas

Redacción

Lecturas.com

Sofia Cristo

No es la primera vez que Sofía Cristo habla abiertamente sobre el infierno que ha pasado con su adicción a las drogas. La DJ tomó la decisión más importante de su vida y está tan orgullosa de haber podido salir de aquello que no duda en ayudar a cuantos lo necesiten. Su ejemplo puede servir, sin duda, para que otros muchos no caigan en los excesos y las durísimas consecuencias que conllevan. Ahora, la hija de Bárbara Rey ha acompañado a Samanta Villar durante un día y le ha contado el trance más difícil que ha tenido que pasar nunca: su amago de infarto.

Ha sido un camino largo, complicado y muy duro. Tanto que Sofía Cristo no duda en volver a rememorarlo cuando puede con tal de ayudar a todos los que, en este momento, estén pasando por lo mismo que ella ha pasado. Es la mejor forma de contribuir a evitar un enorme sufrimiento que puede terminar, incluso, con la vida. La propia Sofía ha narrado la peor experiencia que tuvo con su adicción en el programa Samanta y... de Samanta Villar.

La DJ sufrió un amago de infarto. “Es uno de los peores momentos que he vivido”, la explicaba a la presentadora. “El día de mi amago de infarto después de estar unos cuantos días sin dormir”. La DJ se encontraba en un hotel cuando ocurrió. “Se me dormía el brazo, el corazón se me estaba parando, se me dormía la cabeza... Cuando tus órganos están dejando de funcionar”. La relato era tan crudo que ni siquiera Samanta podía imaginarlo.

Me estaba muriendo”, sentenciaba Sofía. “Perjuré que no me iba a volver a drogar. Pero a los tres días me estaba drogando. Soy una adicta”. La lucha de Sofía fue dura y complicada. Tanto ella como su madre lo han explicado públicamente. Por suerte, pudo salir del infierno y ahora se dedica a ayudar a otros adictos que están pasando por lo mismo. Es el mejor ejemplo de una luchadora incansable, de que si se quiere, se puede. ¡Grande!

He querido tantas veces dejar de consumir y no he podido”, se lamentaba Sofía. “Es el puto infierno”. Para los que luego se dedican a cuestionar y dudar. Es un infierno, pero se puede superar. Claro que se puede.