Sara Carbonero ya no se esconde: su personal cambio de rumbo tras superar su enfermedad

Sara Carbonero (40 años) ha dejado de esconderse. Durante un tiempo, su vida estuvo marcada por una larguísima mala época. Su sonada separación de Iker Casillas y su diagnóstico de cáncer hicieron que la exposición mediática fuera más de lo que podía soportar. Es por eso que Sara necesitó alejarse. Una distancia que le permitiría centrarse en lo realmente importante: su salud y su familia. Pero eso ya acabó. A medida que las cosas han ido mejorando, Carbonero ha ido volviendo, poco a poco, al foco público.

Un personal cambio de rumbo que hemos visto con diversos gestos y movimientos. Uno de los más inesperados fue su vuelta a la televisión al visitar el programa 'Martínez y Hermanos' de Dani Fernández. Acompañada por su gran amiga Isabel Jiménez, la presentadora de 'Informativos Telecinco' se mostraba divertida y cercana con el presentador y el resto de invitados. Incluso se animó a contar una de las situaciones más vergonzosas que había vivido en un photocall.

Esta transformación también ha sido visible en sus publicaciones de Instagram. La expareja de Iker Casillas siempre ha disfrutado expresando sus emociones y pensamientos a través de su perfil en esta red social. Pero, de un tiempo a esta parte, Sara ha empezado a compartir momentos más sinceros e íntimos. Por ejemplo, contó qué había sentido al recibir el regalo de su amigo David Cantero o habló por primera vez de cómo vivió la quimioterapia.

Sara Carbonero habla, por primera vez, de la quimioterapia y qué supuso para sus hijos

El pasado junio, Sara sorprendía a sus seguidores al sincerarse, por primera vez, sobre el proceso de quimioterapia que había experimentado y cómo esto había afectado a sus hijos. Fue a través de un post de Instagram, en la que aparecía mirándose al espejo, donde Carbonero decidió abrir su corazón.

"Lejos de la frivolidad que pueda parecer, yo cuando me miro al espejo, lo hago para tomar conciencia de mí misma, lo utilizo como herramienta clave para mejorar mi autoestima", comenzaba antes de entrar en detalles. "Por causas de la vida, ya he transitado épocas en las que huía de ellos porque no reconocía a la persona que me mostraba el reflejo, llegué incluso a pasar tres o cuatro meses sin mirarme en uno", explicaba.

Justo después compartía uno de los momentos más duros de este texto. "En una de esas, al acabar el sexto y último ciclo de quimioterapia, yo estaba en la cama, sin poder moverme y mi hijo mayor se tumbó conmigo. Después de mirarme detenidamente, muy raro, soltó: “Mamá, es que tienes las cejas grises y no pareces tú”. Yo por entonces, precisamente por no mirarme ignoraba que había perdido todo el pelo de las cejas, que son las que enmarcan la mirada y dan personalidad al rostro", confesó.

Después de salvar esta dura conversación, Sara se dio cuenta de que ahí estaba la clave. "Tengo esa conversación grabada como muchas otras incómodas, en las que gracias a su capacidad de adaptación fue todo menos traumático", afirmaba. "[...] El día que me vieron así por primera vez, les llevé unos puzzles para desviar su atención, como me dijo la psicóloga. Pero no resultó, como dice la canción: No quitaron sus ojos de mí, corriendo incluso alguna tímida lágrima por sus mejillas [...]", seguía esta carta.

"Las carcajadas llegaron cuando en ese mismo verano salía en la tele un anuncio de champú que grabé meses antes con mi larga cabellera meneándola para delante y para detrás. El colmo de los colmos. Esto sirvió para que los enanos me imitaran y me animaran: 'Ya pronto volverás a hacerlo, mamá. Y además, ya no tendrás las cejas grises'", concluye. Una anécdota muy dura que Sara compartía, mostrando que cada vez se siente más confiada en mostrarse así de cercana.

Tanto es así, que esta misma semana la periodista compartía una imagen de ella en el hospital. Aunque no explicaba las razones que la habían llevado allí, el hecho de compartirlo es un gran cambio. Hace algunos años es posible que hubiera preferido silenciarlo. "Las mañanas de hospi dan para mucho”, escribía la periodista acompañando a una fotografía en la que se veía un gotero y una ventana con las persianas bajadas.

Los proyectos de Sara Carbonero que evidencian su cambio de rumbo

Su distancia mediática también se tradujo en verla en muchos menos programas y proyectos. Algo que, poco a poco, ha ido cambiando. Desde hace algún tiempo lo está dando todo como imagen de varias campañas publicitarias. Por no hablar de que se encuentra totalmente volcada en la educación de sus dos hijos. Un propósito que evidencia la buena época que está atravesando.

Así lo expresaba en una entrevista para 'InStyle'. "Estoy bien, mejor que otras muchas veces que estaba más expuesta y de cara al público. Muy centrada en Slowlove, la marca de ropa que tengo junto a mi amiga Isabel Jiménez y que ha crecido muy rápido después de que la adquiriera el grupo Tendam. Y también en escribir, que llevo años diciéndolo, pero ahora sí que está muy cerca un proyecto", contaba a la citada revista.

También, habló sin tapujos sobre lo que supuso el traslado a 'Telecinco'. "Con los años he aprendido a relativizarlo todo y no quiero que suene trascendente, pero es cierto que el salto a Telecinco me cambió bastante la vida. Me volví un poco más hermética y desconfiada, mis propios amigos me lo decían. Y no me gusta, pero es inevitable que te cambie la personalidad cuando cada cosa que dices es analizada con lupa. Tenía una presión muy grande, adelgacé muchísimo…", se sinceraba.

Quizá es por eso que se resiste en volver de forma permanente a la televisión. "Han propuesto cosas en las que no me terminaba de ver. Los últimos años he hecho radio musical y me gustaría seguir en el periodismo cultural porque es mi pasión. También me encantaría hacer un programa de entrevistas donde la gente pueda abrirse y sentirse relajada", argumentaba.

¿Y sobre su salud? Algo que hace años era prácticamente un secreto, ahora es un tema sobre el que Sara habla con naturalidad. "Estoy bien, cuidándome muchísimo porque en la vida hay enfermedades, muchas por desgracia autoinmunes, que se tienen que abarcar de una manera multifuncional. Hay que cuidar la salud física y la mental, que me encanta que haya dejado de ser un tabú y se hable sobre ella. Estoy cada vez más fuerte y encontrándome a mí misma", decía al citado medio.