En su última noche al frente del 'Deluxe' antes de irse a la Polinesia con Jesús Calleja, Jorge Javier Vázquez no ha elegido un programa relajado. Rosa Benito está hundida, como dice esta semana EN EXCLUSIVA en Lecturas. Pero es un hueso duro de roer. No es un personaje que se quede callado, pero la hemos visto crecer y desarrollarse como el animal televisivo que es, y ahora es una figura mediática resabiada.
La Benito ahora se piensa más de dos (y tres) veces lo que debe decir para seducir y elaborar un discurso convincente. Aunque su popularidad pase por su momento más bajo y haya abusado demasiado de sus cartas, su presencia siempre es petróleo para el programa que la tiene en su plató. Y más por el morbo de que coincida en la misma noche con el ex de su hija Chayo, Antonio Tejado (aunque para defenderse de las acusaciones de infidelidad). Pero, sobre todo, por lo mucho que tiene que decirle a Belén Esteban por retirarle su apoyo. Y por su encuentro con Mila Ximénez, que le tiene muchas ganas y ya le dejaba este recado (muy fuerte) en la edición diaria del magacín: "No tenías ni un vídeo que presentar al Deluxe. Eres una trilera, solo calentabas el sillón, haciendo crucigramas. Y nos echa a nosotros la culpa de que la han echado. Tía, piensa un poquito en por qué te han echado realmente".
Éste es el resumen de la vuelta al 'Deluxe' de quien se creía cómoda ganadora de 'GH VIP' y que acabó siendo nominada y expulsada, contra pronóstico, antes que Julián Contreras, y quien ha sido señalada con el dedo y tachada de 'mueble'.
¿Vienes derrotada?
-No me veo una mujer derrotada. El domingo pedí perdón sobre lo que he hecho y, si tengo que volver a hacerlo, lo haré. Pienso que en la casa he sido yo y no me puede doler que me hayan expulsado. No habré gustado, si me han echado. Cuando sales, te preguntas qué has hecho... No volvería a entrar en la casa.
¿Qué te han dicho en casa?
Que hay cosas que no les han gustado. Que no he dado lo que yo soy. No soy problemática. Me he puesto a hacer lo que hago en casa: prepararla comida... Igual las cosas no tendría que haberlas hecho así, pero es lo que me ha salido. Me produce tristeza que en casa piensen eso, porque me conocen perfectamente, pero es que no sabes qué vídeos están poniendo. Kiko Matamoros nos descolocó muchísimo con las informaciones que trajo de fuera. Ahí me pregunté qué estaba pasando.
¿Tienes dañada la autoestima?
Me da coraje de que a lo mejor no se hayan visto cosas que se han hecho, porque igual han interesado otros vídeos más. No es una casa de broncas. Si no es Carlos quien las provoca, no las hay.
¿Crees que tus compañeros te tratan como te merecen?
Hay veces que sí y otras no. No me gusta que me digan que soy soberbia y que vengo de estrella. Sé de dónde vengo y, lo que tengo, doy gracias a Dios porque jamás hubiera pensado que lo conseguiría. Mi madre y yo no teníamos para zapatos y por eso no se me olvida de dónde vengo. Pero no soy peleona ni una trilera. Quiero formar parte de este grupo, me considero de aquí, pero si no me quieren... (Derrumbándose) No tengo el don que tienen ellos para coger el teléfono y llamar a alguien. He tenido que hacer otras cosas, como ponerme a cantar para poder traer dinero a casa, y a mi hijo no le ha faltado de nada.
¿Te da miedo tu futuro televisivo?
¿A mí por qué? Todo tiene un principio y un final. Vamos a seguir trabajando y el tiempo lo dirá.
¿Qué querías decir cuando dijiste que eres un "mueble caro"?
Que he estado en todos los sitios: poniendo una lavadora, haciendo la comida, estado con Julián, cuidando a Laura... Por entrar a 'GH VIP', estoy pagando un precio muy caro.
¿Y no es porque te consideres de gran caché?
Eso es lo que siempre pensáis todos. Y hay que ser un poco más humilde. (Llorando) Yo soy humana y tengo bajones. Soy una persona que ha sufrido mucho, porque se me han roto cosas. Y es en esos momentos de bajón en los que pierdo la confianza y me tengo que poner una coraza.