Contaba Belén Esteban que tenía ganas de ver la cara que se le quedaba a Rosa Benito si el público la expulsaba. Ahora ya lo sabe: la misma que ha mantenido durante todo el concurso, una sonrisa de oreja a oreja, que viene a decir un ‘no pasa nada, estoy de buen rollo, no me voy a alterar’. ¿Será por ese estado zen que ha alcanzado la ha terminado por convertir en un mueble (un mueble con orientación feng shui, pero mueble al fin y al cabo)?
A la devota de la Virgen de Regla se la ha denominado de esta manera y creemos que hemos encontrado la clave, mejor dicho, las claves del apelativo:
- Ha pasado desapercibida. Es cierto que si de su edición de ‘Supervivientes’ ella fue la protagonista, de este ‘GH VIP’ le ha tocado ser actriz secundaria, o, mejor dicho, figuración. La principal es Laura Matamoros, hay actores con papeles pequeños pero con carácter, como Carlos Lozano, y después estaba ella, que ni sentía ni padecía. Estaba al fondo sin que se la escuchara y haciendo bulto.
- No ha enseñado la patita todo lo que debería. No decimos que busque broncas por buscarlas. Pero esa sonrisilla permanente de nada me altera cansinea mucho a la audiencia. Ha tenido enemigos en la casa, como Lozano, y casi nada le ha dicho. Lo más cerca que estuvo fue en directo uno de los jueves de nominaciones. Ahí podía haber resurgido, pero ni por esas.
- No tenía trama. Entrar con trama a un reality es muy importante. Bien la traes de fuera, bien te la buscas dentro. Nos explicamos. Laura es el ejemplo perfecto de traer la trama de fuera: tiene un gran conflicto familiar que arrastra durante toda su estancia y, además, entra con un miembro de su familia que no le simpatiza en demasía. La propia Rosa en ‘Supervivientes’ trajo una trama de fuera, la de Amador. Descubrimos a una mujer que no había disfrutado todo lo que se merecía y mucha audiencia empatizó con ella, y, además, se buscó trama dentro del reality. ¿Os acordáis de aquel tonteo con Motalvo? Ahí tenéis una trama más.
- Prometió mucho y se ha deshinchado conforme han pasado los días. Entró avisando a sus hijos que si hacía edredonning que no se lo tuvieran en cuenta, y cuando la vimos llegar a la casa era como si se apoderara de cada habitación. Con el paso de los días su estrella se fue apagando hasta hacerse invisible.
- Entrar con gente que la conocía quizás no la ha beneficiado. Ha hecho su liguilla con Raquel y Rappel y no nos ha mostrado nada nuevo. Estaba en su zona de confort. Evidentemente, en Honduras no lo estaba y nos sorprendió cada una de las facetas que demostró.