La vida de Kate Middleton (42 años) ha dado un giro de 180 grados en el último año. El pasado marzo, a través de un vídeo que dejó a todo el mundo boquiabierto, anunció que padecía cáncer. Y es que después de varios meses desaparecida y tras muchas polémicas con sus fotografías se vio obligada a romper su silencio. Desde entonces todo ha cambiado y en pleno tratamiento para su enfermedad, la princesa de Gales no quiere que la corona británica se rija y sea igual que antes, al menos no con ella.
El hermetismo que ha reinado en Reino Unido, y que sigue empapando todo lo relacionado con Kate y también con Carlos III, ha sido el gran protagonista de titulares en medio mundo y ha provocado haya existan teorías sobre su recuperación y sobre su vida. Cansada e intentando descansar lo máximo posible alejada del foco mediático (solo ha hecho dos apariciones públicas desde entonces), Middleton ha impuesto algunas normas para su vuelta real.
La duquesa de Cambridge es leal a la corona, pero también es fiel a su propia ética personal, incluida la firme creencia de que sus hijos, el príncipe George , la princesa Charlotte y el príncipe Louis, son siempre y sin duda lo primero. Criada en una familia unida de cinco miembros fuera del círculo real, el biógrafo Robert Jobson ha escrito en su nuevo libro 'Kate, la princesa de Gales' que la mujer de Guillermo "sabe lo que quiere e incluso estableció algunas normas fundamentales que cumpliría cuando se uniera a 'la firma'".
Kate presentó sus términos a la reina Isabel y al entonces príncipe Carlos a principios de 2015, cuando estaba embarazada de Charlotte, "no en algún documento formal, sino a través de Guillermo", cuenta Robert en su libro. Unas normas en las que ha hecho hincapié tras poner enferma. El futuro rey de Reino Unido transmitió a su abuela y a su padre que su mujer "quería espacio para crecer en su papel y dijo que necesitaba más tiempo para adaptarse a las peculiaridades de la vida real", expresó el biógrafo en su publicación del 6 de agosto. "Ella tuvo claro desde el principio que no se dejaría encasillar en el desempeño de deberes particulares e insistió en tener el tiempo que ella viera necesario para su labor como madre, lejos del escrutinio de los medios y del público", añadió. "Si antes su prioridad era su familia, ahora todavía más", contó.
Con sus hijos como prioridad, Kate está muy centrada en su salud, aunque con muchas ganas de poder reincorporarse, aunque poco a poco, a la vida normal. "Está haciendo las cosas lentamente y regresará cuando está lista", ha revelado Jobson a 'People' sobre el regreso de la princesa a sus funciones públicas. "Ella no está atenta a si es o no una buena fotógrafa. No están preocupados por la visibilidad: simplemente hacen lo que tienen que hacer y eso será lo gente la vea. La salud y la recuperación adecuada es lo importante para ella", ha añadido el escritor, asegurando que la familia está pasando el verano en su casa de campo, Anmer Hall: "Allí se escapan porque es un lugar muy privado. Pueden salir y andar en bicicleta con los niños sin que nadie los moleste. Esa es su prioridad. Pueden salir y respirar aire saludable".
Eso sí, Jobson cree que también es posible que los cinco se vayan a la tradicional escapada de agosto de la familia real en el Castillo de Balmoral en Escocia, "pero no por muchos días". "Esas tradiciones de ir allí pueden desaparecer con Kate y Guillermo. Son más como para Carlos y Camila y otros miembros de la familia real. Guillermo tiene más libertad ahora. Irán allí, pero no necesariamente será mucho tiempo como solía ser con la difunta reina Isabel", ha explicado.