Las razones que dejan claro que Kiko Jiménez no ha dicho 'sí' a 'Supervivientes 2024' por dinero: su situación económica

Kiko Jiménez es repetidor en Honduras, y ha hecho muchos realities, ha sido colaborador y desde hace dos años invierte en ladrillo, ¿Por qué ha decidido volver a pasar hambre?

Noelia Zazo
Noelia Zazo

Periodista especializada en corazón

Kiko Jimenez
A. Garófano

Kiko Jiménez (31 años) es uno de los concursantes de 'Supervivientes 2024' que más está dando que hablar. Es su segunda vez en el concurso, la primera fue en 2017 y participó junto a su entonces pareja, Gloria Camila, la hija de José Ortega Cano. Este año está concursando en condiciones especiales, entró más tarde que el resto de sus compañeros y junto a Laura Matamoros es habitante de Playa Limbo, que tiene como peculiaridad que el resto de los concursantes no sabe que existe ni que ellos están allí hasta que son nominados y expulsados por la audiencia.

Durante el mes que lleva en la isla, le hemos visto en todas sus facetas, pero lo que más polémica y minutos de videos está causando es su relación con Laura Matamoros, con la que comenzó muy ilusionado, ambos se conocían de su edición, y eran amigos fuera, pero como es normal comenzaron a tener sus roces. Eso hizo que surgiera una desconfianza y tuvieran una bronca enorme en directo, finalmente lo solucionaron y cuando parecía que el mal estaba en calma volvió a estallar la guerra, en esta ocasión por la comida. Parecía que ya sería difícil reconducir la relación, pero en la última semana lo han logrado y vuelven a estar tan divertidos y encantados como el primer día, lo que no ha gustado mucho a Sofía Suescun, pareja de Kiko, que ha criticado a Laura a través de las redes sociales. El salseo está servido.

Laura Matamoros y Kiko Jiménez
Telecinco

Supervivientes no es el primer reality que ha hecho el andaluz, le conocimos en ''Mujeres y Hombres y Viceversa', después participó en 'Gran Hermano Vip'', su primera vez en Honduras y más tarde 'Pesadilla en el paraíso', pero su mayor cuota de pantalla ha sido en 'Sálvame', donde logró hacerse un hueco entre los colaboradores tras su ruptura con Gloria Camila. Durante los últimos años del formato era habitual verle sentado junto a Belén Esteban o Kiko Matamoros, con el que se llevaba muy bien. Y todo esto, además de su presencia en redes, que desde que comenzó su relación con Sofía y fichó por InManagement, la agencia de Dulceida, ha ido in crescendo. Es decir, los últimos años económicamente le han ido mejor que bien.

Por eso dice que regresar a Honduras ha tenido más que ver con ganas de superarse a sí mismo y revivir una experiencia en la que quiere llegar más lejos. Sin embargo, cabe la posibilidad de que otro de sus objetivos sea poder invertir el caché semanal, o incluso el premio final, pues en paralelo a su carrera ante la pantalla, Kiko ha ido forjando otra en el mundo empresarial.

Sus dos aventuras más destacables fueron de la mano de su chica, con la que creó con mucha ilusión Blessy Wear en 2021, una firma de ropa que ambos gestionaban a medias y en la que hacían las veces de modelos además de encargarse de la promoción en redes sociales. Pero precisamente el hecho de que sus carreras no dejaran de crecer en el sector digital hizo que no pudieran dedicarle tanto tiempo como les gustaría y finalmente decidieron aparcar su tienda online, aunque el dominio sigue existiendo y quizá en el futuro quieran volver a poner su energía en ello.

Pero la más importante ocurrió antes, cuando Sofía comenzó a construirse una casa, y él hizo lo propio. Para ello, Kiko vendió antes un loft que se había comprado en la zona norte de Madrid, lo que fue su primera incursión en el mercado inmobiliario. Pero la idea vino después, cuando comenzaron a trabar amistad con los constructores de sus dos viviendas de lujo y decidieron comenzar a colaborar de alguna forma con ellos.

Kiko Jimenez Sofia Suescun
Instagram @kikookiko

 

Así lo explicaba Sofía, en su momento, a la revista Lecturas: “Kiko hizo muy buen equipo con el constructor y lo que él quiere es hacer muchas más casas a partir de la que tiene. El constructor se dedica a lo suyo, que es contratar a los albañiles, conseguir los materiales, construirla... y nosotros seríamos como la promotora” decía Sofía, y continuaba “yo tengo otra en marcha, pero la mía no la puedo vender de momento porque tengo todos mis animales; eso conlleva una responsabilidad que hace que no pueda desprenderme como el que se compra un bolso, pero tengo otra preparada y haciéndose para vender”. Ahora ambos viven en la de la influencer y continúan trabajando en el negocio inmobiliario en el que han encontrado una inversión segura y que les apasiona.