El pasado julio, terminando las celebraciones del Orgullo Gay de Barcelona, Katy Perry (39 años) dejaba a todos boquiabiertos con una aparición sorpresa en una de las discotecas más importantes de la ciudad. El representante de la artista se puso en contacto con el local, La Terrrazza, pocas horas antes para avisar de su llegada a la fiesta 'Churros con chocolate'. Sin duda toda una sorpresa para todos los allí presentes, que pudieron hacerse fotos con ella e incluso escuchar una de sus nuevas canciones, 'Lifetimes', que estrenará junto a otras en su nuevo álbum el próximo 20 de septiembre.
Con gafas de sol y un vestido transparente rosa, la prometida de Orlando Bloom llegó escoltada por varias personas de su equipo de seguridad hasta la zona que el local le había preparado para que estuviera más tranquila, pero tardó muy poco en salir para saludar a todos los que estaban allí disfrutando de la divertida fiesta que tiene como imagen a la mítica Raffaella Carrà.
Risas, gestos divertidos con globos, dando algunos pasos de la coreografía de la icónica 'Macarena' de Los de Río, bailando los temas del momento... Katy, que estaba en la ciudad ultimando algunos trámites de la grabación de su último videoclip, no paró y demostró ser una diva muy cercana. De hecho, incluso repartió chupitos para los que se acercaron hasta ella y ofreció, como puede verse en uno de los cientos de vídeos que circularon por las redes sociales, pagar la última ronda de bebidas a toda la discoteca. Un momento en el que todos los fans se volvieron locos.
Tras aquel fiestón a todo trapo, Lecturas ha podido conocer algunos de los detalles de aquella noche en la que todo lo que ofreció Katy se quedó en nada. Y es que la cantante no hizo nada de lo prometido. Según ha podido saber este medio por fuentes cercanas al establecimiento la artista no pagó aquella ronda que dice en los vídeos para todo el local. "¿Son las 2:20, verdad? Todavía tenemos tiempo para una copa más, ¿verdad? La última ronda corre por mi cuenta. Así que todas las bebidas hasta las 3:00 corren de mi cuenta", dice la intérprete de 'Dark Horse', quien fue una de las invitadas a la coronación de Carlos III el pasado 2023.
Es entonces cuando se escucha a alguien del local preguntarle si está segura y ella lo tiene claro: "Cariño, soy rica", dice. Pero la verdad es que aunque muy millonaria lo cierto es que aquello no ocurrió. La cantante no invitó a la última ronda. Pero no solo eso, sino que los chupitos que repartió tampoco habían corrido de su cuenta sino que fueron de unas "cuatro botellas", nos cuentan, que el local la regaló por su visita. No conocemos los motivos por los que finalmente no pagó las bebidas, pero sin duda se lo pasó muy muy bien y todo el mundo se quedó encantado con su aparición.
Esta misma fuente nos ha revelado que aunque Katy no cumpliera con su promesa lo cierto es que fue un completo "encanto" tanto con los clientes como con los trabajadores. "Divertida, simpática, hablaba con cualquiera que le dijera algo, pero estaba claro que quería disfrutar y pasárselo bien", nos dicen.
El propio local donde bailó sin parar dejó claro lo felices que estaban de esta indirecta publicidad a través de sus redes sociales: "Aún nos estamos pellizcando: cerrar el pride de la mano de Churros con chocolate pero que aparezca Katy Perry y acabe sirviendo 'shots' al público, bailando en mitad de la 'dancefloor' y convirtiendo nuestro 'stage' en una auténtica locura… Gracias a todos por venir y a ella por ser la mejor", escribieron junto a un vídeo resumen de la noche.