Elsa Anka (57 años) se encuentra en un momento personal de su vida de grandes cambios. La madre de Lidia Torrent se encuentra volcada en su familia después de anunciar hace apenas unos meses su compromiso de boda con Víctor Prat-Heimerl, una relación que se acababa después de cuatro años. En pleno proceso de recuperación de este varapalo sentimental, la presentadora se ha abierto en canal sobre cómo ha gestionado el fin de su romance y la posibilidad de retomarlo en un futuro: "Es cierto que las cosas, a esas alturas, a menos que sea algo muy terrible, no se acaban con un portazo afortunadamente. Yo creo que a esta edad ya tenemos otra capacidad de gestionar momentos en la vida que no coinciden, o que te desvías. Somos dos personas maduras que hemos dejado ahí quizá las puertas abiertas. Es que nunca se sabe. Tiene que evolucionar el tema y el presente nos irá llevando, no sé hacia dónde", manifestaba en La Razón.
Ahora. es momento de disfrutar el presente y Elsa está aprovechando al máximo su verano.
El verano más atípico pero especial de Elsa Anka
Va a ser el primer verano de Elsa Anka sin Víctor Prat-Heimerl en cuatro años pero el primero junto a Elsa. La pequeña, que se llama así en honor a su abuela materna, se ha convertido en el centro de todas las miradas y la familia está de lo más feliz. Desde su nacimiento el pasado mes de octubre, la vida de la presentadora ha cambiado para siempre y, tal y como podemos observar en redes sociales, se desvive por su nieta.
Aunque Elsa Anka no ha querido desvelar sus planes de verano, este 2023 quiere que sea de lo más familia y así va a ser después de las últimas palabras de Jaime Astrain, su yerno: "Hemos estado primero en Almería con mi familia, con mis amigos y ya volvimos ayer. Mañana toca la Costa Brava con su familia, que la abuela Elsa también disfrute de la peque", ha contado el colaborador televisivo muy feliz porque su suegra comparta momentos con la bebé.
¿Cómo se encuentra Elsa Anka tras la ruptura?
Aunque su hija y su nieta son los dos grandes motivos por lo que ha salido hacia delante, la realidad es que ha sido un duro proceso. Tal y como declaraba en el medio citado anteriormente, Elsa Anka sigue manteniendo contacto con su expareja y ha dejado claro cómo está llevando su duelo: "Lo que me ha sucedido a mí es un proceso que lamentablemente conocemos muchas personas y obviamente es una montaña rusa de emociones porque tú tienes un proyecto y, de repente, se para. Yo creo que por respeto, por lo que se ha vivido y por uno mismo, se tiene que proceder a un duelo entre comillas, dejar fluir las emociones y que haya días mejores y peores. Cualquier período necesita un proceso de reposición, aunque sobre todo lo que me compensa, o en la balanza me pesa muchísimo, es realmente estar cerca de Lidia, de la pequeña Elsa, y de mis seres queridos", ha manifestado dejando claro que los suyos han sido, son y serán un pilar fundamental en el que refugiarse.
Orgullosa de su faceta como abuela
La también actriz se ha sincerado en exclusiva para Lecturas asegurando que sintió un auténtico torbellino de sensaciones tras convertirse en abuela. "Da vértigo", ha confirmado. Sin embargo, si hay algo que no quiere cambiar por nada del mundo son los ratitos que pasa con la pequeña Elsa. Verla crece es algo que le hace profunda emoción y así lo demostró en esta revista: "Mis amigas dicen que eso de yaya o abuela te hace mayor, pero es negar lo que toca, es superbonito".