María Jiménez ha fallecido a los 73 años en Sevilla. Tal y como ha informado la familia mediante un comunicado, ha sido esta madrugada cuando el corazón de la cantante ha dejado de latir. Desde que se ha conocido la pérdida, han sido muchos los que le han dado el último adiós mediante mensajes muy bonitos en redes sociales. Publicaciones con las que han recordado el gran legado musical que dejó y la alegría que le caracterizaba. Aunque la vida de María no siempre fue fácil. De hecho, fueron varios los duros golpes que recibió. El peor, el fallecimiento de su hija Rocío.
María Jiménez vivió su peor momento en el año 1985. La cantante recibió la noticia del fallecimiento de su hija Rocío, que perdió la vida en un accidente de coche. María se quedó en shock con lo sucedido. Ella creía que su hija estaba en un tren de camino al colegio en el que estudiaba, y lo que desconocía es que la joven se encontrara en el coche en el que perdió la vida. En ese momento, María Jiménez vio un antes y un después en su vida, porque aunque aprendió a vivir con esta pérdida, siempre la tuvo más que presente.
María Jiménez sobre el fallecimiento de su hija Rocío
A María Jiménez no le gustaba hablar de este tema por lo doloroso que le resultaba, pero de vez en cuando sí que hizo mención a este duro momento de su vida. En una intervención en el programa ‘Lazos de sangre’, comentó que “tuve una hija preciosa, que no me gusta hablar de este tema porque me pongo muy triste, porque igual que Dios me la dio, me la quitó".
Tal y como la propia María Jiménez contó en una entrevista concedida hace un par de años en ‘Sábado Deluxe’, "cada día me acuerdo de ella, el dolor sigue... La herida se va cerrando pero el dolor no. Solo vas colocando el dolor en un sitio para que te deje vivir y caminar”. Algo a lo que añadió que, en el momento del fallecimiento de su hija Rocío, “se me quitaron las ganas de vivir”.
Pepe Sancho, como un padre para Rocío
El fallecimiento de Rocío también fue un duro golpe para Pepe Sancho. El actor no era el padre biológico de la joven. María Jiménez fue en su día madre soltera, y una vez que comenzó su relación con el actor, él tuvo a Rocío como a una hija. De hecho, había sido él quien habría llevado a Rocío a la estación en la que supuestamente iba a coger ese tren en el que su madre pensaba que iba.
Alejandro, el hijo de María Jiménez que ha estado a su lado hasta el final
Tras el fallecimiento de su hija Rocío, el motor de la vida de María Jiménez fue su hijo Alejandro. Fruto de su relación con Pepe Sancho, Alejandro ha sido el que ha estado al lado de su madre hasta el final. Siempre ha sido muy discreto, pero cada vez que ha habido alguna información relacionada con la salud de su madre, no ha dudado en emitir comunicados para disipar dudas y que así todo el mundo estuviera informado. Además, en una de las pocas entrevistas que concedió en televisión, habló de la relación de sus padres. Alejandro se sentó en el 'Deluxe' e hizo alguna confesión de lo más dura. Sobre su padre, llegó a decir que "le perdoné cuando murió".