La dolorosa historia de María Jiménez y Pepe Sancho: tres bodas, una gran tragedia y malos tratos

El nombre de María Jiménez va íntimamente uno al de Pepe Sancho, como el del actor lo fue con la cantante; se casaron tres veces, perdieron a una hija y Jiménez terminó denunciando públicamente los malos tratos que había sufrido

JC
José Confuso

Director digital de Lecturas

María Jiménez Pepe Sancho
Gtres

“Al lado de ese hombre sentí una atracción que me arrancaba de cuajo”. Así se manifestaba María Jiménez en una de sus muchas entrevistas donde habló, claro, de Pepe Sancho. La cantante, que ha fallecido a los 73 años, vivió uno de los romances más tormentosos que se recuerda. Una historia de pasión desmedida, de problemas con el alcohol, de malos tratos y de la que salió siendo una superviviente. Ella misma dio el paso y lo contó con el tiempo. “Me fue arrinconando y abandonando”, explicaría primero. Luego decidió contar lo que realmente había vivido al lado del actor. María siempre fue una valiente.

“Después de ocho meses de noviazgo, María me propuso matrimonio y yo dije que bueno. Creo que, por entonces, yo no estaba enamorado, porque seis meses después supe que lo estaba”. Con este derroche de romanticismo contaba Pepe Sancho cómo arrancó su relación con María Jiménez. Su primera cita fue en el madrileño casa Lucio. Era una de la pareja más seguida del momento. Ella, cantante de raza, la gitana ye-yé, una belleza impresionante. Él, el guapo oficial, su papel en 'Curro Jiménez' le había convertido en uno de los más conocidos. En aquellos tiempos, las audiencias eran las audiencias.

Cuenta la leyenda que ella le propuso matrimonio encima del escenario, en otro de los lugares míticos de ese Madrid: el Florida Park. En uno de los ensayos se declaró. Claro, él le dijo que sí. Comenzaba ahí una historia de dolor, también de amor, de muchos desengaños, de sufrimientos y de problemas con el alcohol y malos tratos.

María Jiménez y Pepe Sancho
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La primera boda de María Jiménez y Pepe Sancho

Tres horas tardó el coche en hacer el recorrido desde casa de la cantante hasta la iglesia. Todo Sevilla quiso salir a la calle para ver a la pareja de moda. Cuenta, una vez más la leyenda que lanzaron una moneda al aire para ver si se casaban en Valencia, tierra del actor, o en Sevilla, ciudad de la intérprete. Ganó María, claro. Vestida de blanco y ante más de 3000 invitados, la pareja se dio su primer 'sí, quiero'. Eran tiempos de enorme felicidad para los dos aunque los problemas no tardarían mucho en aparecer.

Sancho había cumplido uno de los sueños de la cantante. Jiménez había sido madre soltera de una niña, Rocío, la luz de sus ojos, su gran amor. El actor no dudó en adoptarla y dale su apellido. Comenzaron una relación de padre e hija que acabó truncada de la peor forma posible. Rocío fallecía en un accidente de coche dejando a su madre completamente destrozada. “El entierro de Rocío es el recuerdo más inexplicable de toda mi vida. Me iba cayendo, me llevaban sujeta por los dos brazos, vencida por el dolor y la angustia”, relataría Jiménez, que nunca superó la pérdida.

“A Pepe le vi caer desplomado en los brazos de muchos de nuestros grandes amigos que nos acompañaban en ese trágico momento, a los dos, a él y a mí, porque los dos habíamos perdido a una hija”, sentenciaba. La cantante, entonces, cambió. La pérdida de su hija y el dolor que sentía eran insuperables.

El nacimiento de Alejandro y dos bodas más para Pepe Sancho y María Jiménez

Los problemas en el matrimonio no tardaron en llegar. Alcohol, juego, deslealtades, todo marcó una relación que tampoco duraría demasiado. Aunque idas y venidas tuvieron muchos. Poco después de nacer su hijo Alejandro, la pareja emprendía caminos por separado. Tardaron unos tres años en volver a casarse. María viajó a Costa Rica donde se encontraba el actor rodando con Carlos Saura. Fue con su hijo y en febrero de ese, año, 1987, se casaron de nuevo.

María Jiménez se había ido apartando de su profesión mientras el actor triunfaba. Era uno de los intérpretes más respetados y más demandados. La cantante se quedó en casa a cargo de su hijo y sintió como el que era su marido iba anulándola, apartándola, quitándole todo lo que quería y sentía. Lo contaría ella misma después, ya lejos de aquella María Jiménez y totalmente renacida y empoderada. Nadie luchó tanto como ella.

Llegaron a casarse una tercera vez, por la exclusiva, tal y como terminó explicando la cantante. Aquello no solucionó nada. Al poco ya emprendieron caminos por separados. María renació, apareció vestida de pavo real y rompió moldes de nuevo. Era la estrella que siempre había sido. El actor rehizo su vida también. Sancho acabó fallecimiento en 2013.