Miguel Ángel Revilla (81 años) celebra su cumpleaños en 'El Hormiguero' por segundo año consecutivo. El expolítico, siempre muy carismático, afable y sincero, regresa este 2024 al programa de Antena 3 a pesar de que al principio nunca quiso ser uno de sus invitados. Allá por octubre de 2022, el cántabro reconoció a Pablo Motos que se había opuesto a ir al formato porque alguien le había asesorado pero que desde ese momento estaba encantado. Fue en ese momento cuando el también economista, profesor y escritor pidió al comunicador si podía acudir el 23 de enero del 2023, tres meses después, para soplar las velas. "Y me traigo a mi mujer". Ese día llegó y la noche comenzó con una espectacular tarta en la que estaban representadas algunos de los grandes símbolos de Cantabria como las vacas, su paisaje verde y las montañas.
Pese al detallazo, el invitado bromeó encontrando algunos defectos en el pastel, pero lo más duro estaba por llegar cuando Revilla recordó su dura infancia y confesó entre lágrimas el complicado momento por el que estaba viviendo su mujer, Aurora Díaz (62 años). Unas palabras que nadie esperaba y dejaron a todos boquiabiertos por la dureza de la situación. Entre lágrimas, Miguel Ángel explicó que su esposa estaba luchando contra un cáncer de colon. "La última vez que vine al programa estaba hecho polvo porque al día siguiente la operaban. Ahora está en tratamiento y va mejor, pero fueron momentos durísimos. Tú me hiciste muy fácil el sentarme aquí y poder hacer como que no pasaba nada", recordó para después revelas que por eso le había hecho prometer que le llevaría al formato de Antena 3 en su 80 cumpleaños y que llevaría a su mujer consigo. Una promesa cumplida y que este 2024 volverán a recordar.
Aurora, que estaba sentada en las gradas como público, era enfocada por las cámaras y Motos arrancaba de nuevo a hablar cuando de repente hubo un silencio. En ese momento, el presentador no pudo contener más la emoción y rompió a llorar mientras Miguel Ángel Revilla lo miraba también emocionado. Minutos después, poco antes de decir adiós a la noche, el expolítico no dudó en ir a las escaleras del público para cantarle una canción a Aurora. Tras las primeras estrofas, Pablo quiso aprovechar para darle mucho ánimo a la mujer del invitado. Un momento en el que Revilla se derrumbó. Ahora, un año después del complicado programa, el presentador y el cántabro se reúnen de nuevo por el 81 cumpleaños de Revilla. Y es que quizá a partir de ahora se convierta en una tradición que los 23 de enero él sea siempre el invitado.
El pasado noviembre, Lecturas.com quiso saber cómo se encontraba Aurora tras meses en recuperación. Puestos en contacto con el entorno más cercano del expresidente de Cantabria, nos confirmaron cómo estaba en estos momentos. "Trasladarte que ella se encuentra muy bien", nos contaron sobre el estado de salud de la mujer de Revilla. Sin duda una buena y gran noticia para todos los amigos y seres queridos de la que fuera secretaria en la sede del Partido Regionalista de Cantabria (PRC).
En su última visita al exitoso formato de Antena 3, Miguel Ángel reveló a los espectadores cómo se encontraba Aurora en aquel momento. "Está para un concurso de belleza ya. Está espectacular", dijo. Pero es que el político nunca ha tenido ningún problema en explicar lo que ella ha significado y significa en su vida. "Es la persona que me da caña, que me critica, que me dice que no vaya a la televisión", dijo en 'Viajando con Chester, donde además confesó que no siempre le hace caso, pero siempre intenta escucharla. "Es muy crítica, pero ahora ha tenido un cáncer y lo ha llevado con una entereza tremenda. Creo que va a salir bien. Ha acabado la quimio y los primeros análisis dicen que todo sigue bien. Hay que hacer revisiones, eso sí. Ha sufrido un cáncer de colon. Le han extirpado 35 centímetros. Estoy convencido de que lo supera, tengo esa seguridad".
La infancia de Miguel Ángel Revilla
Miguel Ángel además recordó en aquella épica tan importante que su infancia no fue todo lo feliz que podría haber sido."Estudié en los Salesianos y no tengo muy buen recuerdo de ellos, y eso que el otro día vinieron unos estudiantes a verme y me dijeron que era el que más alto había llegado en 100 años de historia del colegio", explicó. "En el colegio estaba acomplejado, no me atrevía a hablar con nadie", expresó al recordar que se ganó el apodo de "Gorrón" por haberse colado sin querer en el comedor durante los primeros días. Además, contó que siempre trató de hablar lo menos posible por su acento tan marcado, por lo que también le conocían como "mudito".