La historia de amor de Miguel Ángel Revilla y su mujer Aurora Díaz: superación, una hija y refugio en Cantabria

Miguel Ángel Revilla (80 años) ha visitado una vez más ‘El Hormiguero’. El político es una de las personas que más veces ha acudido al plató del programa presentado por Pablo Motos. Un espacio en el que además de hablar de su trabajo, se abre en canal sobre cuestiones de su vida privada. Ahora, lo ha hecho para actualizar el estado de salud de su mujer, Aurora Díaz. En una ocasión anterior, Miguel Ángel contó que su esposa se encontraba en plena lucha contra el cáncer de colon.

Ahora, Miguel Ángel Revilla ha contado sobre su mujer Aurora Díaz que "son muchas cosas las que hemos pasado. Ha superado un cáncer, con la quimio.. Tuvo momentos muy duros, terribles. Hemos tenido esa preocupación permanente. No ha sido fácil. Los análisis que le han hecho hace poco van bien, pero tiene más pendientes. Ahora hay que afrontar una etapa que va a ser larga y en la que hay que estar pendiente”. Unas palabras con las que ha transmitido a la perfección el amor que siente por ella. Porque pese a los momentos duros, si de algo pueden presumir es de llevar años formando un tándem en el que son el mejor apoyo el uno para el otro.

El anterior matrimonio de Miguel Ángel Revilla

Miguel Ángel Revilla ya había estado casado anteriormente con María Pilar del Hoyo, con quien tuvo dos hijas. Sobre esta época, el político ha contado en más de una ocasión que debido a que se centró mucho en su trabajo, no dedicó a sus hijas todo el tiempo que le habría gustado. Pese a esto, su relación con ellas es excelente. También con sus nietos. Porque Miguel Ángel Revilla tiene la suerte de ser abuelo. Sin embargo, con la madre de sus hijas el amor llegó a su fin y fue con Aurora con la que encontró una estabilidad que dura hasta hoy.

Miguel Ángel Revilla y Aurora Díaz.

Miguel Ángel Revilla y Aurora Díaz tienen una hija en común

Hay que remontarse 30 años atrás para recordar el momento en el que Miguel Ángel Revilla y Aurora Díaz se conocieron. Ella trabajaba como secretaria en la sede del Partido Regionalista de Cantabria y allí fue donde surgió el amor. Sus casi 20 años de diferencia no fueron un impedimento. Desde el primer momento la complicidad estuvo presente y empezaron a crear una historia que al poco tiempo de comenzar tuvo boda. Uno de los días más felices de su vida. Aunque lo mejor estaba por llegar. Esta historia de amor vivió su mejor momento cuando Miguel Ángel Revilla y Aurora Díaz se convirtieron en padres. El matrimonio tiene una hija de algo más de 20 años de la que están muy orgullosos.

El día a día de Miguel Ángel Revilla y su mujer Aurora Díaz en Cantabria

Sobre su día a día, Miguel Ángel Revilla y Aurora Díaz intentan llevar una vida lo más tranquila posible dentro del trabajo de él en el mundo de la política. Viven en El Astillero, un municipio de Santander de menos de 20.000 habitantes. Su piso de 120 metros cuadrados es su mejor refugio para desconectar del día a día y hacer una vida cotidiana en la que siguen reforzando su amor a diario.

Aurora Díaz siempre ha sabido mantenerse en un segundo plano. La mujer de Miguel Ángel Revilla apenas ha concedido entrevistas pese a estar casada con uno de los políticos más carismáticos de nuestro país. Pero una vez participó en el programa ‘Dos días y una noche’ que presentaba Susanna Griso y habló del papel fundamental que juega en su marido. “Yo soy quien le pone a ras de suelo”, comentó sobre cómo hacen un buen equipo porque es ella la que, cuando lo necesita, le pone los pies en la tierra.

Los problemas de salud de Miguel Ángel Revilla y Aurora Díaz

Ahora, ven su día a día marcado por el tratamiento de Aurora Díaz después del diagnóstico de cáncer que le hicieron hace un tiempo. Un momento en el que Miguel Ángel Revilla se ha convertido en su gran apoyo. Algo que en su día ella hizo con él. El político sufrió unos problemas de riñón, un instante en el que ella estuvo a su lado de forma incondicional y en el que dijo que si era necesario un donante, ella estaba dispuesta a donarle su riñón. Una forma de afrontar unidos los momentos difíciles que han marcado su matrimonio.