Hace solo tres meses que Laura Matamoros dejaba claro desde Honduras, donde estaba participando en Supervivientes, las ganas que tenía de volver a enamorarse. Tras vivir una relación con varias rupturas y según ella misma explicó en dicho programa, muy dolorosa, con el padre de sus dos hijos, Benji Aparicio, no parecía fácil que pudiera llegar a su vida alguien que le hiciera volver a embarcarse en una relación, aunque ganas no le faltaban. Y como dicen que quién desea, obtiene, así ha sucedido, y después de que varios perfiles de Instagram interpretaran las señales, ella ha decidido no esconderse y ha mostrado su amor a los cuatro vientos, desde hace una semana no ha dejado de subir contenido junto a su nuevo novio, Antonio Revilla, con el que se la ve radiante.
Y ¿quién es él? ¿Y en qué lugar se enamoró de ella? Pues es un joven padre de dos niños con madres diferentes, y al que ha conocido gracias a amigos en común, entre ellos Tuco, el que fuera su defensor mientras participaba en el concurso de supervivencia. Para él no es la primera vez junto a una influencer, la madre de su segundo hijo, Laura Ribot, a la que conoció en la pandemia por la Covid-19, ya lo es. Pero él no se dedica a ello, aunque parece no importarle en absoluto aparecer en la pequeña pantalla.
Por ahora es empresario, de hecho, con una gran actividad, ocupa cargos en seis empresas diferentes. La primera de ellas es una sociedad anónima familiar llamada Serrano 21 y en la que ocupa los cargos de presidente y consejero. Se dedica a la venta al por menor de textiles a establecimientos y comenzó su actividad en 1988. En el último año a penas a mostrado actividad, aunque mantiene un valor de 221.000 euros. Desde 2013 es además el único administrador de New Future Solutions SL, dedicada a la asesoría, organización y asesoramiento de eventos deportivos. Este fue un proyecto en solitario y en los últimos años parece estar bastante parado.
Ya en 2020 comenzó a formar parte de Reolso inversiones SL, otra empresa familiar que se dedica a comprar y gestionar participaciones en otras sociedades. En este caso él empezó como consejero y secretario, para en 2023 pasar a formar parte del organigrama como administrador solidario. La empresa lleva en pie 26 años y tiene un capital social de 2,4 millones de euros. c
Pero la joya de la corona es Portofino Buildings SL, entidad nacida en 2021 con sede en la calle Serrano de Madrid y que comenzó su actividad social con un capital de 69 millones de euros. En el órgano administrativo de esta empresa que le pertenece solo a él, también está su hermana, se dedica al alquiler de bienes inmuebles, en el último año ha facturado 3,7 millones y cuenta con un total activo de ni más ni menos 101,1 millones de euros. Lo que no es de extrañar si se tiene en cuenta que alquilan edificios y oficinas en las calles más emblemáticas de Madrid: Serrano, Lagasca, Alcalá, Salamanca, Jorge Juan, Velázquez y José Abascal entre otras.
Y visto el éxito con esta empresa, Antonio hace menos de un año dio de alta otra, solo a su nombre, Belalcazar Real State SL, dedicada también al ladrillo, pero en este caso yendo un paso más allá del arrendamiento, entrado en el mundo de la construcción, las reformas, las rehabilitaciones y la comercialización. Dada su reciente creación no ha presentado cuentas, por lo que no podemos saber cómo están siendo los inicios de esta actividad. Pero no le debe restar mucho tiempo al joven porque solo hace un mes quiso probar suerte de nuevo con un negocio, pero en esta ocasión que nada tiene que ver con los anteriores. The Kongagency SL es un nuevo proyecto que ha empezado junto a dos amigos y cuya actividad es la provisión de comidas preparadas para eventos y la explotación de todo tipo de negocios para hostelería.
Sin duda, Antonio es un hombre inquieto y con mucha iniciativa, con evidente buen ojo para los negocios y preparado para ellos. Se formó en Estados Unidos, en Fisher College, en Boston, donde hizo BBA en Administración y gestión de empresas. Un dinero en educación que atendiendo a sus logros estuvo sin duda muy bien invertido. Y una trayectoria y patrimonio que dejan fuera de juego la manida teoría de que quién se acerca a alguien conocido es por dinero. Pues sin duda, le sobra. Laura Matamoros puede estar tranquila al respecto.