Las fotografías de Juan Carlos y Bárbara Rey en actitud cariñosa que publicaron en los medios holandeses siguen dando mucho de qué hablar. Toda la prensa sigue anonadada con que por fin vieran la luz esas imágenes y cualquiera quiere tener nueva información sobre cómo y cuándo se hicieron realmente o cuánto le costaron al Gobierno de España. Por eso Lydia Lozano (63 años) y María Patiño (53 años) han acudido a las puertas de un cuartel del ejército. Y es que las fuerzas del Estado tenían acceso a la vida íntima del emérito.
Tras hacer varios vídeos a las puertas del Acuartelamiento Capitán Guiloche, donde hay dos grandes cañones que apuntan hacia donde se encuentran los platós y oficinas de Mediaset, la presentadora de 'Ni que fuéramos Shh' y la colaboradora han tenido que parar el directo porque varios militares se han acercado hasta ellas para darles un toque de atención. Visiblemente asustadas, las imágenes se quedan en silencio pero puede verse cómo las dos dejan de apoyarse en el misil de adorno y dicen "vámonos, vámonos".
"Nos van a detener", se escucha decir a María, que le dice al cámara que por si fuera poco ella no lleva consigo el DNI, lo que podría acarrearle una multa. "Buenas tardes, ahí no se puede grabar", se escucha decirle a uno de los militares que se acercan a regañar a las comunicadoras. "No, no hemos grabado ahí", responde Lydia para intentar salir del paso. "Sí, os hemos visto con la cámara", continúa el agente. "Era el cañón solo, si el cañón está en la calle", contesta de nuevo Lozano. "Nos dice que no enfoquemos para allá", se oye decir al cámara sobre la zona en la que no pueden dirigir el equipo.
"Bueno, ya está. Si ya nos vamos", vuelve a decir Lydia, que intenta salir airosa de la tensa situación. "No, no, que tenemos que hacer otra entrada. Pero al cuartel no vamos a enfocar", explica María a los militares. Eso sí, la presentadora ha querido sacar su as en la manga para que el ejército volviera a su puesto sin mayores represalias: "Mi padre era militar", le ha dicho. "Nos han visto por las videocámaras. No enfoques allí ni a ellos", pide de nuevo María a su compañero.
"Luego dicen que el ejército es autoritario", comenta Patiño entre risas. Ya en directo, la presentadora ha contado a la audiencia de TEN y a todos los que no estuvieran viendo el programa desde Canal Quickie lo que había ocurrido dos minutos antes: "Dos personas han venido para indicar que no podemos grabar al cuartel, cosa que comparto".
Los audios del Ejército
Hace unos que María Patiño, que hace unos años confesó en Lecturas sus problemas de alimentación, compartió en 'Ni que fuéramos Shh' algunos audios comprometedores de 'El Plural' en los que Amadeo Martínez, un coronel que conoce muchos secretos íntimos del emérito, explicaba que había estado en el visionado de algunos de los vídeos íntimos Juan Carlos con otras mujeres famosas que no eran Bárbara Rey.
"A veces llegábamos al despacho por la mañana y lo primero que hacía el compañero de inteligencia era ponernos el último vídeo, de chachondeo, en plan 'mira la última del coroneta este y tal'. Lo que pasa es que estoy hablando de personas muy reservadas, yo entonces era intermitente coronel, jefe de movilización del Estado Mayor del ejército. Entre los cargos del cuartel general se hacía algún visionado, pero en plan muy reservado. El contenido es totalmente escandaloso, las fotos que han salido ahora son de risa", dijo. "Hay vídeos muy gordos, muy gordos. Son vídeos de relaciones íntimas del rey Juan Carlos I. No sólo con Bárbara Rey, sino con otras famosas. Hay también audios… El contenido es escandaloso. Van a salir cosas. Esto no hay quien lo pare".añadió el exmilitar, que en 2013 fue condenado por injurias hacia la Corona.
Según Amadeo, era típico vigilar al emérito desde fuera. "Cuando iba al chalet donde se veía con Bárbara Rey en Madrid se montaba un servicio exterior. Interior no. Pero es que esta señora también grababa ella. Los servicios secretos tenían todo lo que Bárbara Rey grabó. Sí, teníamos bastante. Se sabía lo que se grababa. Ella mejoró mucho también. No quiero entrar en muchos detalles, pero al principio lo hacía todo en rústico, y luego ella aprendió bastante y lo hacía con unas camaritas muy pequeñas. Ella tiene bastante material", reveló hace unos días el coronel, que cuenta también que el padre de Felipe VI estaba muy vigilado por los servicios de inteligencia militares. "Estaba continuamente perseguido por sus andanzas. Siempre llevaba un espía detrás... Yo estaba entonces en el cuartel genial del ejército e inmediatamente mandaban toda la información a la sección de inteligencia del cuartel", comentó.