Desde que María José Campanario ingresara en la clínica El Seranil de Málaga han sido muchas las informaciones contradictorias que se han ido publicado. Testimonios ajenos, especulaciones y rumores que han acrecentado la preocupación por el estado de salud de la mujer de Jesulín de Ubrique. Parece que ahora, tras unas semanas recuperándose, han comenzado a cambiar las tornas. Si hace poco era el torero quién se animaba a hablar, ahora ha sido la propia María José la que ha querido contar de primera mano cómo se siente. Lo ha hecho en Espejo público.
Ha sido la periodista Carmen Pardo la que ha conseguido ponerse en contacto con la odontóloga para poder preguntarle sobre su situación actual. “Estoy mucho mejor, estoy bien”, le respondía María José. “Sé que te preocupas por mí”. Pardo siempre ha tenido buena relación tanto con Jesús como con María José y no es de extrañar que esta confianza haya animado a la odontóloga a romper su silencio.
“Estoy aprendiendo a controlar el dolor. Poco a poco me están rebajando la medicación”, informaba María Jose. “Estoy contentísima porque hoy he dormido hasta las once la mañana”. Una evidente mejoría que habría hecho respirar de nuevo a todos sus seres queridos. Parece que María José va recuperándose y pronto podrá retomar sus rutinas. “Todavía me queda un poco aquí, pero tengo ganas de volver a mi vida de siempre”, le ha contado a la periodista.
Con todo, esta experiencia ha servido para que María José tenga las cosas más claras que nunca. “A partir de ahora solo me voy a preocupar de las personas que me quieren y a las que yo quiero”, le afirmaba con contundencia. Un cambio vital muy necesario para no volver a caer en el preocupante estado en el que hemos podido verla. Según la propia Carmen Pardo, la odontóloga estaba muy débil psicológicamente.
“No era la María José que yo conocía”, ha confesado. “La última María José que yo veía era una María José muy enfadada”. También ha explicado que la mujer de Jesulín “recibe ahora todo el apoyo de toda su familia” y que el médico tuvo que sentarse con el torero para explicarle el tipo de enfermedad que padecía su mujer -según Pardo, se lo comparó con un brazo roto, para poder entender mejor el sufrimiento que provoca la fibromialgia-.
La periodista aprovecha también para preguntarle por el tan comentado cambio de aspecto. “Me he vuelto a cambiar el color de pelo”, ha afirmado brevemente María José. Según Pardo, el cambio de peinado fue para “encontrarse a sí misma”. Pero la propia María José ya le había dicho que no se veía bien de rubia, que le costaba mucho más controlarse el pelo y que se lo iba a cambiar ya.
¿Y, a partir de ahora, qué ocurrirá? Pardo ha insistido en la necesidad de tener paciencia. “Paciencia, mucha fuerza de voluntad y todos apoyándola”, ha afirmado. “Tendrá momentos en los que se encuentre mejor y otros en que decaerá”. Además, ha añadido que “tengan un poquito de corazón algunas personas, que parece que no lo demuestran”. Desde aquí solo podemos desearle una pronta recuperación y que vuelva a ser la de siempre. Mucho ánimo, María José.