No hay nada mejor que volver a la normalidad para superar un suceso desagradable. Y está claro que un divorcio lo es, así que Mar Flores está tratando de recuperar su rutina y para ello son imprescindibles sus hijos y sus amistades.
Y su rutina pasa por, aprovechando que los niños están en clase, la exmodelo y empresaria se vuelca en sus menesteres. Recados por toda la ciudad y, para rematar la jornada, encontrarse con un amigo para ponerse al día. La sonrisa de ella lo decía todo. Parece que ha vuelto a ser la que era y en esto están teniendo mucha responsabilidad sus amigos más queridos, que la apoyan y escuchan durante este trance.
Mar y Javier Merino anunciaron su separación en Semana Santa, aprovechando que sus hijos habían recibido las vacaciones escolares, y sería más fácil para ellos y bastante menos traumático. El matrimonio llevaba unido desde hacía 18 años, en los que han atravesado momentos más altos y otros más bajos, como el que sobrevino a la familia hace un par de años cuando la crisis también hincó el diente a los negocios de Merino. Ahora que las cosas en el terreno económico parecía que iban mejor para todos, deciden tomar esta radical decisión. Y es que las sucesivas discusiones terminaron por minar una relación que parecía una de las más asentadas del mundo ‘rosa’.
Ahora toca buscar el consuelo y la sonrisa en amigos de toda la vida, que se convierten en unos de los pilares fundamentales en los que Mar volverá a construir su nueva vida.