Y así, casi sin darnos cuenta, hemos llegado a la final de ‘Supervivientes’. Qué corto se nos ha hecho a los que lo hemos visto desde casa y que largo a los que las han pasado canutas en Honduras. Ahora los concursantes, cuando solo quedan 4 días para que acabe el programa, hacen examen de conciencia.
Vayamos con Laura. Esta Matamoros se siente muy orgullosa de haber llegado a la final pero encuentra francamente difícil convertirse en la ganadora del reality, “ya he ganado uno”, explica a sus compañeros. Como si en la vida hubiesen cupos de ganar cosas. Que mire a Belén Esteban, que para ella eso no existe. Iván le dice con la boca pequeña que “eso nunca se sabe”, porque conoce que los Lauristas fueron a por todas en GHVIP e hicieron ganadora a la hija de Kiko, e intuye que ahora pueden volver a conseguirlo. “A la gente no le gusta que una persona gane dos realities”, aclara la joven.
Iván, por su parte, solo quiere una cosa: el cheque. Y todo lo de más está demás. Acabar en el puesto dos, en el tres o en el cuatro le e trae al viento fresco, pues tenía muy clara que su meta era la económica. Eso sí, reconoce que llegar a la final “es un orgullo”. Alba Carrillo es de esas. Creemos que, en parte, es porque jamás se imaginó aguantando tanto. ‘Finalista por sorpresa’ se podía llamar su paso por ‘SV 2017’. “Yo quiero vivir desde el primer día hasta el último. Me hace mucha ilusión la gala”, cuenta apoyada en una palmera. “Cómo se ven las mismas cosas cuando te dicen que eres finalista”, reflexiona la modelo que considera que, al ser finalista inmune, “está un poquito por encima” de las posiciones de Laura o Iván. “Soy finalista con F mayúscula”, la única F que, dijo, le ha salido bien en esta vida, dando un pildorazo a Fonsi y a Feliciano.
Otro que también han hecho un último examen de conciencia ha sido Kiko, pero él ya dese su condición de expulsado. El futuro marido de Gloria Camila tuvo un comportamiento muy maduro el pasado jueves en la gala. El viceverso pidió a Iván que no le contase a Alba que su madre había estado de vuelta en SV y que la habían tenido que acabar expulsando, “me la lió pardísima”. “No le digáis nada a ella por si se va a rayar. “Me dijo barbaridades para hacerme saltar. Un día estuvo 6 horas diciéndome cosas. Dictador, mantenido, que si era el perro de Gloria…”. Iván finalmente no pudo manejar bien tener más información que Alba y acabó contándoselo. Esta aseguró que si su madre había hecho la vida imposible a Kiko, era una venganza por lo mal que este se lo había hecho pasar a ella.