En lenguaje audiovisual, el raccord hace referencia a la continuidad. Continuidad en los gestos de un actor, en la posición de los objetos, en su ropa o en su pelo. Anoche, en las escenas en directo de ‘Velvet’ pudimos ver algunos de los momentos más especiales y divertidos de la serie, pero también algunos ‘patinazos’ que no pasaron inadvertidos para el ojo experto del fan de la serie.
Por ejemplo, muy comentado en redes fue el cambio radical de look que dio el personaje de Paula Echevarría. Su pelo en una escena era corto gracias a la peluca que ha llevado durante la última temporada de la serie, y en la siguiente le había crecido por arte de magia. Muchos estaban perdidos y se preguntaban si todo estaba ocurriendo en el mismo día, pues que le hubiera crecido el cabello de esa manera en solo unas horas los tenía en un sinvivir.
¡Y otro detalle más que tiene que ver con el pelo! El de Adrián Lastra. Ya os contamos que el actor en su última película, ‘Nadie muere en Ambrosía’, luce un corte de pelo radical, un mohicano de lo más excéntrico. Pues bien, ese estilo como que no concuerda mucho con el que se llevaba en los 60, época en la que está fechada la ficción de Bambú, así que la serie dio con la solución perfecta para tapar el nuevo estilismo capilar del actor: una peluca y un sombrero de copa que disimula hasta el postizo más antinatural. Y este un poco lo era, pues se notaba que era más oscuro que el color natural de Adrián.
También hubo quien pilló fallos de afeitado entre los actores, como en Javier Rey, que lucía una sombra sospechosa en el rostro, que los más atentos pillaron sin problemas.
Muchos también notaron que los actores a la hora de hacer directo, como si fuera una función escolar, estaban nerviosos como unos novatos. Aunque muchos de ellos estén acostumbrados al teatro, como es el caso de Adrián o de Asier, que se han curtido en mil y una obras.
Pero, en general, todos los que anoche se quedaron a ver el emocionante final de la serie que ha marcado la ficción española de los últimos dos años hacen el mismo balance: estuvo 100% a la altura. Además, ofreciendo un final feliz para los personajes, contentado a aquella audiencia que no sorporta los desenlaces trágicos (aún recordamos la que se montó con la muerte de Fátima en ‘El Príncipe’). ¡Así que conclusión dulce para todos!