Bimba Bosé tenía una cosa clara: su marcha de este mundo no debía ser motivo de tristeza, sino algo con lo que celebrar su vida, el amor que dejó a los suyos y los 41 años tan felices y plenos que tuvo. Su familia, los Bosé, le ha hecho caso y por eso todos se han reunido en Brieva, Segovia, donde han celebrado una divertida fiesta en su honor.
Los Bosé, con Lucía, la abuela, a la cabeza, se han retratado en una foto descacharrante y loca, en la que todos lucen sombreros divertidos y una sonrisa de oreja a oreja. Como Bimba quería que la recordaran. Nada de lágrimas, solo risas y buen rollo, como ella era. Su familia, obediente con esta voluntad, han cumplido.
Así su madre, Lucía, sus hermanos Olfo, Jara, Lucía, su abuela, su tía Paola, su primo Nicolás Coronado, y su hija Dora han reaparecido en las redes llenos de vitalidad y optimismo, solo un día después de la despedida que todos brindaron a Bimba en Madrid.
Dora, la hija mayor de la modelo, había publicado en redes que no había que estar tristes, que su madre lo que más odiaba en el mundo era la tristeza, así que debíamos enjuagarnos las lágrimas y cambiarlas por una sonrisa que nos recordara el legado de vitalidad, fuerza y energía que la amiguísima de David Delfín nos dejó.
Y es que Bimba, aún después de su muerte, sigue inspirándonos. ¿Existe una manera más bonita de recordar a alguien? Sinceramente, no lo creemos. Porque ella fue, es y será la musa por antonomasia. Musa de la moda, pero, por encima de todo, musa con su manera de entender la vida.