Letizia y Sofía, la verdad sobre su escándalo

Seis días después de su enfrentamiento en Palma, las reinas posaban con Leonor y Sofía a las puertas del hospital donde don Juan Carlos fue operado de la rodilla. Un gesto para restituir la imagen de la familia real.

Letizia intentó evitar que doña Sofía se fotografiase con sus nietas a la salida de la catedral de Palma, el domingo de Resurrección. Un gesto que levantó muchos comentarios.

A los pocos minutos de las bochornosas imágenes que habían protagonizado, la familia real se volcó en dar una apariencia de normalidad y felicidad. La reina emérita besaba a su nieta que poco antes le había retirado el brazo. 

Después de que Doña Sofía besara a su nieta Leonor (12), Letizia hacía un gesto que muchos han interpretado como si limpiara el beso de la abuela.

En su primer acto público tras la imagen de su enfrentamiento con doña Sofía, Letizia tuvo que aguantar el abucheo de algunas personas que le gritaron: “Antipática... Floja”.

La imagen de la reina Letizia (45) abriendo la puerta del coche a doña Sofía (79) a su llegada al hospital donde había sido operado el Rey emérito, ha sido el intento de la familia real de corregir el paso en falso que la reina Letizia había dado pocos días antes en Palma.

Tras la polémica de Palma, Sofía reapareció junto a sus nietas para visitar a don Juan Carlos en el hospital. Las niñas entraron de la mano de su abuela.

Sofía a veces se ha sentido desplazada. Le gustaría ver más a menudo a sus nietas, que viven a escasos 800 metros de su casa.

Letizia no permite que nadie dé de comer a sus hijas alimentos no controlados, como chuches, pasteles y bocadillos de embutido.

Cuando nacieron Leonor y Sofía la abuela creyó morir de felicidad. Pretendía cuidar de sus nietas personalmente, como había hecho con sus hijos.

Leonor y Sofía con su abuela materna, Paloma Rocasolano, durante la comunión de Sofía el año pasado. Las normas señalan dos tardes a la semana para el encuentro de Leonor y Sofía con su abuela materna.