Conchi Chacón, la prima de Dulce, ha hablado por primera vez para desvelar cómo es su familiar y todo lo que ha vivido a su lado. La describe como alguien muy leal y que solo logró ser feliz cuando Isabel Pantoja la acogió en su casa. “Algo muy gordo ha tenido que pasar para que ahora ella quiera hablar de Isabel porque siempre ha sido muy fiel”.
Asegura que la niñera tuvo contacto con Agustín Pantoja en un concierto, cuando casi era una adolescente (tenía 18 años) y le contó lo mal que lo había pasado en su vida. Entonces, Isabel le ofreció marcharse con su familia y acogerla como una más. “Se fue cuando Kiko tenía un año y fue su niñera. Un día me llamó y me contó que estaba muy feliz con María Isabel, y nunca antes había pronunciado esa palabra (feliz)”.
Para ella la época en la que estuvo entregada a los Pantoja vivió satisfecha por el trabajo que hacía y por cómo se comportaban estos. Una experiencia que se tornó amarga cuando, en la casa, Dulce parecía estorbar.
“Dulce habrá tenido sus parejas, pero ella es muy discreta, nunca ha aireado nada de su vida privada. Existen unas cartas que se mandaban ella e Isabel, y si la última tiene miedo de que estas salgan a la luz es porque en ellas se dicen cosas que jamás querría que se supieran”.
Dulce, desde niña, se hizo cargo de su familia. Se quedó sin madre muy joven y su padre no les prestaba demasiada atención ni a ella ni a sus hermanos, por eso ella cargó con el rol de la mamá de repuesto, siendo la única mujer entre 5 chicos. Así no es de extrañar que su infancia fuera “triste”, tal y como la ha descrito Conchi, que fue testigo de tantos y tantos llantos de su prima.