Perdonen, queridos lectores, pero tienen ustedes una suerte… Una potra, un privilegio, del que no goza la que pergeña estas líneas, obligada a escribir con antelación por culpa de las fiestas y el fin de semana. Porque cuando lean esta croniquilla ustedes sabrán si Julio se ha curado o sigue enfermo, ya que el día 3 de mayo tiene anunciado un concierto en los Emiratos Árabes, después de múltiples y atroces rumores sobre su salud y constantes anulaciones. Y sabrán si ha estado ahí, sobre el escenario del Al Majaz Amphitheatre, a 300 euros la localidad más cara, con la mano sobre el estomago, cerrando los ojos y enamorando mujeres. O si una vez más ha tenido que anular esta actuación, lo que sería una prueba fatal de su estado físico, Dios no lo quiera. ¿Que qué Julio? ¡Iglesias! Pero ¿hay otro? !Es que tienen unas preguntas a veces!
¡No salgamos de la familia! Me cuentan que Isabel Preysler se ha mimetizado de tal manera con su Vargas Llosa, quien ha estado esta semana en la feria del Libro de Buenos Aires defendiendo su libro como un principiante cualquiera, tan entregada está que solo habla de literatura. Isabel repite que lo que más admira de su “marido” es que haya conseguido entrar en la prestigiosa colección francesa La Pleiade, “¡el único escritor vivo en lengua castellana!”. Lo dice con esa forma de hablar que solo tiene ella, como caminando de puntillas por un idioma que le es ajeno, “!vivo!”. Y si pongo lo de “marido” es porque en las entrevistas que le hacen en Argentina, el periodista señala con naturalidad que “don Mario está casado con la ex mujer de Julio Iglesias”. Ya ven ustedes que los otros dos maridos de Isabel desaparecen de la escena como por arte de magia. Por cierto, me llama un amigo de Miguel Boyer para reñirme porque he dicho que su biblioteca, que al parecer heredará su hijo, no tiene valor, “posee una primera edición de la obra completa en 18 volúmenes de Voltaire que cuesta 100.000 euros”. Voy a un tasador francés, se la ofrezco virtualmente y después de mucho regateo por mi parte, acepta darme mil euros. ¡Alguien miente!