No están siendo momentos nada fáciles para el arquitecto Joaquín Torres (53 años). A sus problemas de salud se unía el fallecimiento de su madre, lo cual lo sumía en una profunda tristeza. En la tarde de este jueves ha querido confesar en el programa ‘Y ahora Sonsoles’ las malas noticias que está recibiendo, ya que ha sufrido una grave infección tras ser intervenido nuevamente, mostrándose totalmente agotado desde el hospital.
Por si esto fuera poco, también lo hemos visto llorar desconsoladamente en pleno directo. Hace unas semanas también en el espacio televisivo de Antena 3 quiso explicar todos los problemas que está teniendo con uno de sus hermanos. Además, esta guerra familiar no ha acabado para él, ya que ha manifestado que su hermano ya no existe para él, a pesar de que su padre sí ha tenido una conversación con él para tratar de arreglarlo todo.
Joaquín Torres explica su operación
Desde el programa de las tardes de Antena 3 ya anunciaban que no tenían buenas noticias con respecto al arquitecto. Por ello, han conectado en directo desde el hospital, donde se encuentra tratando de recuperarse de la operación a la que se sometió el pasado lunes. “Hace dos semanas me abrió para descartar una infección de huesos. Hay que estar 10 diez días mínimo”, comenzaba explicando sobre las pruebas que le hicieron.
Pero nada hacía presagiar que fuese mal. “Tenía todos los temores porque tenía tres índices en los análisis de sangre que le hacían pensar que algo no funcionaba. Me hacen una resonancia magnética para descartar un tumor cerebral y yo ya digo que no puedo más, que me voy a otro médico a que me opere si él no quería”, apuntaba sobre la decisión que tomó el médico de querer aplazar nuevamente la intervención quirúrgica.
Pese a todo, el pasado lunes entraba al quirófano dispuesto a su nuevo cambio de vida. “El lunes me operó, fue todo un éxito, me pusieron una prótesis tipo americana con una subestructura apoyada al esqueleto, hizo un trabajo buenísimo. Yo estaba convencido en que mañana me iba para casa, ya apoyo el pie y ya puedo andar”, explicaba sobre su proceso de recuperación favorable.
Joaquín Torres revela su grave infección
Pero Torres ha continuado explicando el transcurso de su postoperatorio. “Fui a tomarme una coca cola y dije pues voy con la silla de ruedas y de repente me llamaron los médicos y me llamó Raúl preocupado que dónde estaba para que volviera”, cuenta. “Volví y me dijo el médico, apenas dos horas después, me dice hay una infección que tendremos que tratar dos semanas más con antibióticos y tengo que estar dos semanas más ingresado porque tiene que ser intravenoso”, confiesa con total angustia.
El marido de Raúl Prieto ha mostrado en directo su agotamiento tras estas noticias. “Yo no puedo más, no sé qué más puede pasar. Es verdad que no sé la trascendencia ni la repercusión que puede tener una infección de huesos. Se ha manifestado en las placas que me pusieron hace 4 meses para reformar la cadera que no ha sido posible”, revela. “No sé si esa infección no perjudica a la prótesis que me han puesto y pone en riesgo la operación del lunes”, añade. “Estoy agotado porque llevo cuatro operaciones. Mi organismo ya no puede más”, expresaba casi al borde del llanto.
Por último, el arquitecto también ha querido hablar de la parte positiva de todo esto y es que, por fin, ha dejado de sentir dolor. “No tengo dolor. Yo me he sentido fenomenal y ahí ha sido mi bajón. Al no tener ya la cadera necrosada, tengo una cadera postiza que funciona perfectamente, he dejado de tener dolor, más allá del dolor de la cicatriz de ahora mismo”, explica sobre su evolución y su mejoría.
Joaquín Torres habla de la guerra con su hermano
Uno de los colaboradores del programa le preguntaba sobre ese encuentro que habían tenido su padre y su hermano para conocer su opinión acerca de ello. “Mi hermano no ha cesado de intentarlo con mi padre, evitando que nosotros estuviéramos presentes. Yo he dicho que hagan lo que quieran. Al final hay una reunión y la verdad es que me interesa entre poco y nada, no me creo nada de mi hermano”, expresa dejando clara su postura.
Pese a ello, se ha mostrado muy tajante con su hermano. “Soy conocedor y consentidor, es decir, mi padre decide y es autónomo y se quería reunir. Mi hermano vetó a mi hermano mayor y la verdad es que a mí me importa entre poco y nada. Mi hermano en el momento en que murió mi madre no existe”, sentencia. “Yo siempre voy a respetar la voluntad de mi madre. Sé que si hay paz o una posible reconciliación ella la querría y la voy a aceptar, aunque no se la merezca. Por mi madre haría ese esfuerzo sin ninguna duda”, concluye.