No pasa ni un día sin que tengamos noticias de Alba Carrillo. Cuando no es su enfrentamiento con Fonsi, es su polémica con Jorge Javier o la complicada relación que mantiene con su madre, Lucía Pariente. ¡Alba es la reina absoluta! Ahora, un nuevo miembro se ha unido al clan de los Carrillos. Se trata de Iván, excompañero de la modelo de Supervivientes y posible candidato a romance. ¿Qué hay de cierto en todo esto? Lo averiguamos.
La culpa de todo este embrollo la tiene Rafa Mora. El colaborador fue el encargado de hacer saltar la liebre al insinuar que Iván podría tener algo más que amistad con la que, hace semanas, fue su enemiga en Supervivientes, Alba Carrillo. Al parecer, ambos exconcursantes se habían estado intercambiando mensajes muy romanticones y podría haber ocurrido un poco de tema que te quemas. ¿Verdad o mentira? Pues para eso, mejor preguntarle directamente al implicado.
Iván acudió ayer al plató de Sálvame para dar todo tipo de explicaciones. “Yo a Rafa no le doy autorización para que sacara la información”, aseguró el exsuperviviente. ¡Empezamos bien! Iván tiene muy claro que él no necesita la historia de Alba Carrillo para ser más popular. “Yo no tengo que lucrarme de nada de esto”, aseguró. “Desde que salí de Supervivientes tengo un puesto de trabajo, noche y día, y no me hace falta lucrarme”.
Pero, entonces, ¿hay tema o no hay tema? El concursante fue muy tajante. “Con Alba tengo una relación de amistad, le tengo mucho cariño”. Así que nada de romance, al menos, por lo que parece ahora mismo. “Me duele que se deja a Alba como si fuera un diva y a mí a la altura del betún”, continuó algo molesto. “No soy menos que Alba”. A ver si va a ser esto lo que realmente le ha estado inquietando durante este tiempo. Claro que sí, Iván, ¡tú igual que todos los demás!
Rafa, por su parte, no se mostró demasiado de acuerdo con la versión que había dado Iván sobre cómo habían ocurrido los hechos, aun así, siguen siendo amigos. “No estoy enfadado con Rafa”, afirmó Iván. Mira, menos mal. No podemos ya con una riña más. ¡No podemos!