Irene Rosales ha escuchado todo tipo de rumores y comentarios sobre su relación con Kiko Rivera, pero tras seis años juntos ha sido ella quien ha hablado de los miedos e inseguridades que su vida en común con el hijo de Isabel Pantoja le ha provocado.
La pareja empezó su relación el 24 de mayo de 2014, fecha que ambos se tatuaron, él en el brazo y ella en la muñeca. A pesar de las críticas, la relación empezaba con mucha ilusión y amor y, desde entonces, son inseparables. Eso sí, todo no ha sido para ellos un camino de rosas. La propia Irene lo ha contado en 'Ven a cenar conmigo: Gourmet Edition' mientras cenaban en la casa de Amador Mohedano. El ex de Rosa Benito ha abierto su corazón e Irene se ha sentido muy cómoda para hablar también un poquito de ella.
"Confieso que en un punto de mi relación con Kiko, por todo el tema de su trabajo, pensaba que me podía pegar una 'patada' y pasé miedo", ha empezado contado Irene Rosales. La andaluza ha reconocido que tiene que ver con algún complejo físico: "Pensaba que se le podía cruzar una chica con más pecho, pero él me ha demostrado que soy yo... A día de hoy es una auténtica estupidez, me tienen que querer a mí como persona y no por unas curvas".
Kiko Rivera e Irene Rosales han demostrado que su matrimonio está por encima de cualquier miedo y rumor. Ambos forman una bonita familia junto a sus dos hijas en común, Ana, que nació en 2015, y Carlota, en 2018, y Francisco, el hijo que el hijo de Isabel Pantoja tiene con la modelo Jessica Bueno.
No es la primera revelación íntima que hace Irene Rosales en esta edición de 'Ven a Cenar Conmigo'. En otro juego, el 'yo nunca', confesó que ha practicado sexo en sitios públicos pero con un hombre ¡que no es su marido! "Yo me he acostado en un coche, en la carretera... Dame un chupito doble... A ver todos hemos sido jóvenes", matizó un tanto avergonzada. Una espontaneidad que, junto a su cena y su buen hacer como anfitriona, la han encumbrado como la ganadora de la última edición del concurso.