Pocos días después de que los reyes de España, Felipe y Letizia, realizaran una visita oficial a Marruecos, ahora han sido los duques de Sussex quienes han viajado al país alauita para visitar varios proyectos educativos y solidarios.
Harry y Meghan fueron recibidos en el aeropuerto de Casablanca por el embajador británico en Marruecos. La duquesa de Sussex eligió un vestido Valentino, en rojo, con el que homenajeó a la bandera de su país anfitrión. Complementó el modelo con un bolso, guantes y zapatos en tonos nude de la misma firma.
Meghan ha viajado con un séquito de nueve personas: dos secretarias privadas, tres miembros del equipo de comunicaciones, un oficial digital, un coordinador de programas, un coordinador de logística y un peluquero. Sorprendentemente, no viaja con ella un médico, una señal de que su estado transcurre sin problemas.
Al día siguiente de su llegada a Marruecos, los duques se desplazaron hasta Asni, situado en un valle del Alto Atlas. Para esta visita, Meghan optó por un look más cómodo: pantalones y zapato plano. En Asni, la pareja visitó uno de los proyectos solidarios que se están llevando en el país llamado 'Educación para todos', que se encarga de construir albergues para niñas de entre 12 y 18 años procedentes de las comunidades rurales. Harry y Meghan pudieron conversar con varias adolescentes que se hospedan en los albergues, así como con algunas de sus educadoras. También se acercaron a charlar con algunas de las niñas residentes, a las que se dirigieron con toda dulzura.
Como vemos, Meghan no ha aparcado ningún acto ni viaje oficial aunque se encuentre ya en la recta final de su embarazo. El bebé, si todo va como está previsto, nacerá a finales de abril o principios de mayo.