¡La gala de ayer de GH17 dio mucho de sí! ¿Quién echó de menos a Mercedes Milá? A nosotros con la de expulsiones, abandonos y sorpresas su ausencia se nos pasó por alto. Además, Jorge está demostrando que su conducción del espacio es maravillosa. Muestra empatía con los chicos y hasta les otorga un voto de confianza para explicarse aunque lo que hayan dicho o hecho sean cosas deplorables… Sí, lo habéis adivinado, arrancaremos esta crónica hablando de la expulsión disciplinaria de Álvaro.
El sevillano de la chistera ha conseguido mucho más que los políticos de este país. Que la gente haga bloque y se una. Contra él, claro. Solo en change.org 150.000 personas han firmado por su expulsión, eso sin contar las que han criticado su comportamiento en redes, o que desde su sofá lo han tachado de machista, xenófobo y con comportamiento cruel hacia los animales sin pronunciarse más allá de su salón. No mentiríamos si dijésemos que Álvaro se ha garantizado una ojeriza común alimentada a diario con decenas de comentarios que han hecho que todos nos enerváramos en algún momento. Por eso, anoche, el Súper le comunicó que sus gracias habían llegado a un fin y que debía marcharse de ‘Gran Hermano’. Jordi ya avisó que estaba siendo muy vigilado por la organización, esperando que este cambiara su actitud, pero esta no mejoró sino que fue a peor. Con deciros que una de las últimas ‘ocurrencias’ del de la barba eterna fue pasearse con un pájaro muerto por el jardín de la casa y lanzarlo como si fuera una pelota al lado sin cámaras...
Ya en plató, Jorge, que ya sabéis que tiene 4 galgos adoptados a los que adora, estuvo calmado y se mostró como el típico padre que no levanta la voz aunque su hijo haya hecho la mayor bestialidad. Al presentador le tocaba lidiar anoche con su opuesto y estuvo comprensivo, calmado y hasta solidario. Otro, en su misma situación, puede que se hubiera negado a entrevistar al sevillano, que seguía encerrado en su discurso: “todo han sido bromas, son comentarios sin sentido que yo hago para estar de buen rollo. La gente no me conoce. Yo duermo con la conciencia tranquila por las noches”. Y hasta ahí. Una pena no saber reconocer los errores.
Y de esta expulsión disciplinaria, al abandono de Pablo, uno de los titulares de la noche. El joven acabó en la sala de expulsiones con su mayor enemigo en la casa, Miguel, pero la audiencia decidió que debía ser el gofrero el que se marchara. Y se fue, pero no a su casa, sino al Contraclub que ya estaba al completo con la incorporación de su última concursante veterana, Amor. El zamorano, al verse rodeado de la energía de Maite se derrumbó. Su cara a punto de llorar mientras ‘la elegida de Dios’ se besaba los brazos hacía presagiar lo peor: que el tímido Pablo le quedaban menos de dos telediarios encerrado. Y dicho y hecho, cuando comprendió que esa iba a ser su vida las próximas semanas, hizo lo mejor para su cordura y se bajó del barco. Ojo, que pueden continuar las bajas. Puede que María José Galera siga el ejemplo del rapaciño.
Y tras las salidas, los que se quedan. Como Adara y Pol, que continúan abonando su relación con arrumacos y caricias subidas de tono como las que ya os contamos.
Además, hay un nuevo integrante de ‘El Club’, Fernando, se suma a Bárbara y a Pol, y a todas las ventajas que ellos ya disfrutaban, como atracones de comida, escuchar las nominaciones y tener ventajas en estas.
Tras la gala de anoche, GH17 se salda con estas tres nominadas: Candelas, Bárbara y Meritxell.