Los y las ‘carpeteros/as’ ya pueden estar tranquilos. ¡Habemus pareja en ciernes en este GH17!. Mucho estaban tardando. Otros en estas dos semanas ya se habían enamorado, peleado, montado una escena de celos, arrastrado e intentado una segunda oportunidad. ¿Será que los concursantes nos tienen mal acostumbrados?
El caso es que Adara y Pol llevan mareando la perdiz desde hace algunos días. Caricias, besitos de amigos, confesiones bajo las sábanas… vamos, que no sabemos cómo no han dado el paso antes. No lo entendemos nosotros y tampoco lo entendían muchos de sus compañeros, como Bea, que le parecía que Adara jugaba con Pol. Después de que esta le leyera la cartilla, parece que la azafata se ha dejado de zarandajas y se ha lanzado en picado al amor. ¡Qué bonito! O qué estrategia, que en Gran Hermano nunca se sabe…
Pol lleva poniendo ojitos a la guapa morena desde que la conoció. No fue el único en la casa que se fijó en ella. Parecía que a Fer le hacía tilín, pero a los días descubríamos que era Rodrigo el que estaba por sus huesos. Y ni uno ni otro. Con Pol, el luchador catalán, ha sido con el que ha surgido el romance. Pues nos alegamos de que ya tengan los dos su ‘carpeta’ correspondiente. Esperamos que no sufran demasiado.
Y aunque parece que habían estado dudando, desde su primer encuentro físico, hemos podido comprobar que no han perdido el tiempo. Las caricias han dado paso a ‘exploraciones’ más en profundidad. Tras los primeros besos, el que se hace llamar ‘luchador genéticamente perfecto’, pavoneándose, le dicho que “mirara su petaca”. Guiño, guiño. Solo tienes que cambiar unas cuantas letras para saber el lugar al que le pedía que mirara Adara… “Eso es desproporcionado, ¿de dónde has sacado eso?”, la chica con este cumplido facilón conseguía que el machirulo, henchido de orgullo, continuara exhibiendo su plumaje una ves más, “mis padres me hicieron muy bien”. NEXT. Si lo llegamos a saber, hubiésemos preferido que continuaran con los tonteos castos.