Llegó a Lecturas tras haber dado uno de los pasos más difíciles de su carrera. Màxim Huerta se despedía de El programa de AR después de haber sido copresentador durante más de una década. Cerraba la televisión para centrarse en la literatura. Poco a poco, nos fue narrando sus vivencias, la relación con su familia, sus manías, sus amores, también la incertidumbre ante el futuro… Ahora, desde su puesto como Ministro de Cultura y Deporte, todo ha dado un giro inesperado. Conozcamos, mejor, al miembro más mediático del gobierno…
¿Quién hubiese imaginado, hace poco más de dos semanas, que tendríamos un nuevo gobierno y Màxim Huerta formaría parte de él? El escritor y periodista llevaba ya años centrado en su carrera literaria, combinando novelas con artículos y columnas. Tras su paso por El programa de AR, tan solo Destinos de película le había tentado lo suficiente para volver a la televisión. Lo que nunca hubiésemos imaginado era que, al final, sería la política la que le llevaría a dar el salto más vertiginoso de su vida.
El hoy Ministro de Cultura y Deporte formó parte de nuestra plantilla de bloggers. En Lecturas se sinceró sobre su familia, el amor, la fama, los amigos y como no, Ana Rosa. Así escribía cuando Pedro Sánchez todavía no estaba ni en las quinielas presidenciables…
La felicidad
“Lo primero que me preguntan es si quiero ser padre, después si tengo pareja y cierran con un “cuándo vuelves a la televisión”. Entiendo el cariño y me alegro, pero parece que si no tienes hijos, sigues soltero y no estás en televisión es que no eres feliz”.
El amor
“No tengo ni idea de cocinar y como soy soltero acabo saliendo al paso con cuatro tópicos, tortillas francesas y ensaladas de poca monta. Siempre digo que el día que me enamore de verdad aprenderé a cocinar, pero me ha sucedido varias veces y sigo igual”.
La televisión
“¿Malos ratos? Pues claro. Pero de la misma manera que uno no recuerda lo fuerte que era un dolor de muelas, yo solo mantengo lo bueno en mi memoria: un álbum de fotos lleno de recuerdos que cierro ahora con una sonrisa”.
La familia
“Me flipa la velocidad de la infancia. Miro a Elsa y Olivia y me acuerdo de cuando me entretenía con mi Exin Castillos, mi tren y mis clics de famobil (…). Visito el Louvre y a la salida llamo a mi padre, que también cumple años. Hablo con él un rato y después con mi madre, que me dice que me abrigue en París. Las palabras me saben a regalo”.
Los peores momentos
“Las fiestas han sido muy complicadas y será difícil olvidarlas. Aquí quiero que quede el recuerdo a mi tío Rafa que se ha ido para siempre en estas fechas. No ha sido nada fácil para la familia celebrar la Navidad. Por eso anulé las últimas firmas de libros y me vine a casa. Ha sido muy duro y muy extraño ver todos los días a la entrada de la UCI un árbol adornado y llevar después a las niñas para que sonrieran subidas a los cacharritos. Se supone que son días de alegría”.
Los consejos
“La regla es ya muy vieja, si bebes apaga el móvil. Porque no hay nada más patético que escribir un mensaje a tu ex en ese momento en el que dos copitas de vino han abierto la sensibilidad, los recuerdos y la emoción”.
Ana Rosa
“Está guapa, tanto que parece más joven que yo. Brindamos y la nostalgia se cuela en las miradas y en los mensajes que nos enviamos después de las copas. Está como siempre: irónica y rápida”.