Estefanía y su ex, Daniel Ducruet, juntos por su hija Pauline

La princesa y el que fuera su guardaespaldas apoyaron a su hija en su primer proyecto profesional como diseñadora

Llevan 23 años divorciados, tras un escándalo de los que hacen época, y su hija Pauline logró lo que parecía imposible: reunir en un mismo espacio a sus padres, Estefanía de Mónaco y Daniel Ducruet. Fue durante la presentación de su primera línea de ropa para Alter Designs, dentro de la Semana de la Moda Masculina de París, donde Pauline presentó sus diseños unisex, un sueño que llevaba tiempo acariciando y que por fin ha hecho realidad.

Para arroparla en este día tan importante para Pauline no faltó nadie de su familia. Allí estuvieron, además de sus padres, sus hermanos maternos, Louis Ducruet y Camille Gottlieb, y su hermanita paterna, nacida del actual matrimonio de su padre con Kelly Marie Lancien. Tampoco faltó Maguy Ducruet, su abuela, por la que Pauline siente especial predilección, ni su prima Carlota Casiraghi, recién casada con Dimitri Rassam.

El desfile fue un éxito rotundo y Pauline salió a saludar. La hija de Estefanía recibió un ramo de flores y una tremenda ovación. Después, ya más tranquila, pudo saludar a su madre, emocionadísima y muy orgullosa de su hija, y a sus hermanos. Fue, sin embargo, cuando se acercó su padre a felicitarla cuando Pauline ya no pudo contener la emoción y rompió a llorar, fruto de los nervios y de la situación, demasiado maravillosa como para que fuera verdad. Pero lo era y casi tenía que pellizcarse para darse cuenta de que no era un sueño, sino que lo estaba viviendo de verdad.

La princesa Estefanía le dio muchos dolores de cabeza a su padre, el príncipe Rainiero. Una de las cosas que más alteró al soberano monegasco fue la relación que su hija menor inició con el que fuera su guardaespaldas, Daniel Ducruet, con el que la princesa tuvo dos hijos nacidos fuera del matrimonio, Louis y Pauline. Se casaron en 1995, pero un año después se divorciaron tras el enorme escándalo que supusieron las fotos de Ducruet con una bailarina belga manteniendo relaciones sexuales.