Ya nos ha quedado taxativamente claro que los Biondo van a hacer todo lo que esté en su mano para demostrar lo que ellos creen que ocurrió con Mario hace tres años: que él no se suicidó, sino que hay una tercera persona involucrada en su muerte, por lo que habría sido un asesinato.
Después de conseguir que el caso se reabriera ante la justicia de Palermo contando con las versiones de dos forenses que apuntaban a que el cámara pudo haber sido asesinado, se interrogara a Raquel Sánchez Silva, la trabajadora del hogar que encontró el cuerpo sin vida de Mario, periodistas y varios comerciantes de la zona en la que se situaba la casa del matrimonio Biondo Sánchez Silva, y se cerrara el mismo por falta de pruebas, los familiares de camarógrafo insisten en el tema. Esta vez cuentan con el dossier que han presentado dos forenses, Maurizio Cusimano y Corrado Cugno, en el que se lleva a cabo una recreación virtual de lo que pudo haber ocurrido el fatídico día en el que Mario perdió la vida.
En el dossier se detalla una hipótesis que podría hacer que los acontecimientos dieran un giro de 180 grados. Según Maurizio y Corrado, la posición que tenía el cuerpo sin vida de Mario era “incompatible con el posicionamiento voluntario en una dinámica suicida”, explica el dossier, además apuntan a que la marca del cuello, supuestamente producto del ahorcamiento, “no es compatible con el agente lesivo individualizado en la pashmina”, vamos, que no fue realizado por el pañuelo que Biondo llevaba al cuello.
La pesadilla se reabre para Raquel, que deseaba acabar cuanto antes con los recuerdos dolorosos, pero la familia Biondo no descansará hasta que se demuestre su corazonada.