Una experta en lenguaje no verbal analiza a la princesa Leonor en Zaragoza: los mensajes ocultos de los abrazos a Felipe, Letizia y Sofía

La princesa Leonor ha protagonizado un d��a inolvidable en el que Felipe, Letizia y Sofía no han dudado en saltarse el protocolo para demostrarle todo lo que la quieren.

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Rebeca Alonso

Redactora digital de Lecturas

Letizia y Leonor
Casa Real

La Academia General Militar de Zaragoza ha acogido este miércoles 3 de julio un día histórico. La princesa Leonor (18 años) ha recibido el nombramiento de dama alférez cadete, título con el que pone punto y final a su formación en el Ejército de Tierra. 

Aunque la ceremonia ha estado regida de principio a fin sin saltarse ningún paso, las emociones no tardaban en aflorar. Leonor, ataviada con el clásico uniforme caqui y gorra de plato, aguardaba paciente en el patio de armas mientras sus compañeros esperaban justo al lado. 

El momento más esperado llegaba poco después de la llegada de los reyes y la infanta Sofía a la Tribuna Real. Felipe VI se dirigía al centro del patio y Leonor iniciaba su desfile en solitario hasta colocarse frente a su padre. Ante una nerviosa princesa, Felipe, mucho más relajado, le entregaba el diploma y, después, le colocaba la estrella de las siete puntas y la banda blanca. Ha sido justo después, cuando padre e hija se han fundido en un emotivo abrazo. Un momento único que no tardaba en dar la vuelta al mundo. 

Desde Lecturas.com hemos contactado con Vanessa Guerra, experta en lenguaje no verbal, para analizar de manera exhaustiva los 3 abrazos que han marcado el día grande de la princesa Leonor en Zaragoza. Un momento muy especial e íntimo que ya ocupa un lugar protagonista en el álbum de vida de la heredera al trono y que refleja cómo es verdaderamente su relación con Felipe, Letizia y Sofía. 

Princesa Leonor y rey Felipe
Gtres

El abrazo "paternalista" de Felipe a Leonor

Que el rey Felipe siente predilección por sus hijas no es ningún secreto. Son su talón de Aquiles y eso le lleva a olvidarse del protocolo en muchas ocasiones. Lo comprobamos hace solo unos días en el décimo aniversario de la proclamación y lo hemos vuelto a ver este miércoles. 

Era don Felipe quien daba el pasado al fundirse en un precioso abrazo con Leonor, un gesto con el que el monarca pone por delante su faceta como padre. Aunque de alguna manera está "contenido" por el lugar en el que se encuentran, Vanessa Guerra destaca el grado "paternalista" del abrazo. "La abraza por encima de los hombros y ella le responde pasando sus brazos por debajo de él", explica. 

Aunque es cierto que no es una acción intensa y prolongada en el tiempo, la experta destaca que "ambos se intercambian unas sacudidas en los brazos a través de los cuales se dan cariño en un periodo mucho más corto y refleja el enorme orgullo que el Rey siente hacia su hija". "Además, se miran, se sonríen... Es un abrazo muy afectuoso pero que se restringe en la intensidad y la prolongación por temas de protocolo", concluye. Las imágenes hablan por sí solas, padre e hija presumen de una gran complicidad. 

La emoción de Letizia: un abrazo cargado de fuerza

A diferencia del abrazo de don Felipe, doña Letizia si se funde con su hija de una forma más intensa y prolongada. "La Reina casi se abalanza sobre su hija para darle un abrazo muy amoroso", nos cuenta Vanessa después de analizar la secuencia completa. 

Doña Letizia "la agarra con más fuerza y la trae hacia sí", pero Leonor le responde con cierta distancia pasándole el brazo derecho por encima. Una reacción que no ha pasado desapercibida para nuestra experta en lenguaje no verbal y con la que se demuestra que la princesa de Asturias está pendiente en todo momento del protocolo a seguir. "Por lo que se puede apreciar Leonor intenta no demostrar demasiado su amor por no dejarse embriagar por la emoción", dice Vanessa. Una actitud que se aleja por completo de la naturalidad que demuestra doña Letizia en este momento tan especial. 

Letizia y Leonor
GTRES

Tras el abrazo, doña Letizia no cesa en los gestos de cariño, y le toca la cintura y el brazo a la joven. Un contacto físico que responde a una clara muestra de cariño, afecto y orgullo.

La complicidad de Leonor y Sofía

Pero todos estos alardes de cariño, el más "diferente" ha sido el que ha protagonizado con la infanta Sofía. Inmediatamente después de saludar a doña Letizia, Leonor se dirigía a su hermana pequeña, quien le respondía con un nuevo abrazo, pero menos emotivo. "Este abrazo es mucho más corte, menos emotivo y distante... Es un abrazo ligero que demuestra la enorme complicidad que existe entre ellas", subraya Vanessa. En él, Sofía ocupa una posición más "maternal" al agarrarla por encima de los hombros, quizás un gesto más natural ya que la infanta es más alta que su hermana mayor. 

Leonor y Sofía
GTRES

La sonrisa de ambas también marca este saludo en el que Sofía se muestra mucho más natural que su hermana, consciente de que es el centro de todas las miradas. "El código afectivo de Leonor con su hermana no es tanto táctil si no confidente", concluye Vanessa Guerra, y es que tras el breve abrazo ambas se comparten al oído algunas confidencias.