El momento 'tierra trágame' de la reina Letizia en el día grande de la princesa Leonor en Zaragoza

La Academia General Militar de Zaragoza se ha engalanado para acoger la tradicional entrega de Reales Despachos y nombramientos a los nuevos oficiales del Ejército de Tierra. Un día muy señalado en el que la princesa Leonor (18 años) ha sido la gran protagonista. 

La heredera al trono, muy concentrada y ataviada con el clásico uniforme de color caqui, aguardaba a sus padres y su hermana a la izquierda de la Tribuna Real, a unos metros de sus compañeros. Una posición de distinción clara que pone de manifiesto su papel con respecto al resto de cadetes. 

Con permiso de Leonor, la reina Letizia (51 años) y la infanta Sofía (17 años) también ha acaparado buena parte de los focos. Cada vez que padres e hijas presiden un acto, son analizadas con lupa y esta vez no iba a ser menos. La Reina ha hecho gala de su elegancia con un veraniego vestido con un estampado vegetal en tonos verdes. 

Se trata de un diseño de la firma Maje Paris confeccionado en gasa, que destaca por el uso del nido de abeja en la cintura, que se ceñía a la perfección a su silueta, escote en V, volantes a lo largo de toda la falda y bajo asimétrico. Aunque el estilismo es ideal para esta época del año, el viento que soplaba en Zaragoza le jugaba una mala pasada. 

Tal y como se puede ver en la imagen, cuando accedía al patio de armas de la academia militar, el vestido se le ha levantado por encima de la rodilla, algo que solventaba de manera instantánea y natural sosteniéndolo con sus manos. Pero no solo eso. Mientras sonaba el himno de España, doña Letizia se mostraba visiblemente incómoda y es que no solo se veía obligada a colocarse las manos sobre el vestido para evitar que se levantara sino que todo el pelo se le vencía sobre la cara impidiéndole seguir el acto con normalidad. 

Todo lo que rodea a la familia real suele estar medido al detalle, pero hay casos, como este, que la situación climatológica puede echar por tierra un trabajo de semanas. Afortunadamente no ha pasado nada más allá, y la Reina ha continuado con lo estipulado con normalidad. 

El truco de la reina Letizia para evitar las transparencias

El diseño, al estar confeccionado en gasa blanca era muy transparente. Pero que no cunda el pánico porque consciente de este detalle, Letizia se ha adelantado y se ha puesto un top de color blanco para evitar que las transparencias le jugaran una mala pasada. Una solución rápida y muy efectiva. 

El calzado ha marcado su estilismo una vez más. Dos meses después de sufrir una lesión en el pie derecho a consecuencia de un accidente doméstico, la Reina tiene terminantemente prohibido usar tacones hasta que la dolencia no remita. Así, con la llegada del calor ha dejado las zapatillas a un lado para apostar por sandalias que aúnan el confort sin restar un ápice de estilo a sus looks. 

La reina Letizia se funde en un cariñoso abrazo con su hija Leonor

La princesa Leonor ha puesto fin a un año marcado por la exigencia y la disciplina. Un día muy especial en el que la heredera al trono ha estado arropada por sus padres y su hermana. 

Don Felipe ha sido el primero en poder fundirse con su hija mayor en un emotivo abrazo. Un momento muy especial que llegaba justo después de hacerle entrega de la Gran Cruz del Mérito Militar. Después, Leonor se ha dirigido a la Tribuna Real donde le aguardaban su madre y su hermana. Doña Letizia no ha dudado en saltarse el protocolo para abrazar a su hija con un enorme ímpetu, y lo mismo ha hecho Sofía en un gesto de apoyo y orgullo máximo. 

Tras la ceremonia, todos los presentes han disfrutado de un cóctel, un momento en el que los reyes y sus hijas se han alejado del férreo protocolo y han mostrado su faceta más natural y distendida hablando con todos los familiares de los cadetes que hoy, al igual que Leonor, también inician una nueva etapa en su vida. 

Aunque esto podría ser el punto de partida de sus vacaciones de verano, nada más lejos de la realidad. Este viernes, Leonor estrenará su nuevo título de alférez en un acto castrense en el que acompañará a don Felipe hasta Lleida para hacer entrega de los Reales Despachos a la nueva Promoción de la Escala de Suboficiales de la Academia General Básica de Suboficiales (AGBS).