Desde que Marius Borg (27 años) fuera detenido el pasado mes de agosto acusado de agresión a la que en ese entonces era su pareja, la Casa Real noruega intentó frenar el escándalo a toda costa intentando que el hijo mayor de la princesa Mette-Marit se alejara por completo del foco mediático mientras se esclarecían los hechos en el juzgado.
Sin embargo, el joven no está por la labor de hacer caso a las recomendaciones de su madre y mucho menos de la Corona. Hace unos días trascendía que Marius había organizado un fiestón en la residencia oficial de los príncipes herederos en Skaugum, varios días de desfase que terminaron con el robo de varios objetos de la casa.
La reacción por parte de Haakon y Mette-Marit fue determinante. Tal y como ha revelado la prensa noruega, el matrimonio real, hartos de la situación, le habrían negado el acceso a la residencia oficial con el objetivo de desligarse por completo de una polémica que está afectando de manera inevitable a la corona noruega.
Pues bien, lejos de perdones y lamentaciones, Marius Borg ha reaparecido públicamente sin ningún tipo de remordimiento por el daño que haya podido causar. El joven se fotografiaba burlándose de las publicaciones que se han hecho sobre él en las últimas semanas, una estampa en la que aparece desafiante haciendo una 'peineta' a la cámara. La imagen, publicada por 'SE Og hor', se observa como el joven lleva una caja de cerveza, no tardaba en hacerse viral, un gesto muy provocador que refleja su poca empatía no solo con las víctimas sino también con su familia, quienes le han pedido por activa y por pasiva que mantenga un perfil bajo.
Un experto en realeza expone su preocupación al respecto, y es que bajo su punto de vista, "Marius no entiende la gravedad del caso de agresión que hay entorno a él", y es que cabe recordar que el hijo mayor de Mette-Marit podría acabar en prisión de ser cierto todo lo que se ha dicho de él.
Mette-Marit, ante el juez por culpa de su hijo Marius
Si hay una persona que se ha visto salpicada por este escándalo ha sido, sin duda alguna, la princesa Mette-Marit. Discreta donde las haya, la mujer de Haakon de Noruega tomaba la determinación de poner distancia con su hijo mayor y prohibirle su acceso a la casa familiar.
Hasta ahora Marius residía en una vivienda aledaña al edificio principal, pero según asegura el diario noruego 'Aftenposten', el joven fue expulsado hace unos días de allí y se desconoce cuál es su destino. Sin duda, una complicada decisión para Mette-Marit que ve como su primogénito está echando por tierra todo el sacrificio que ella ha hecho durante años.
Pues bien, después de todo esto, el abogado de la defensa cree que el testimonio de la princesa heredera podría ser determinante para limpiar la imagen de su hijo. "He enviado a la policía una petición formal para que cite a la princesa Mette-Marit para interrogarla", declaró el abogado Øyvind Bratlien al diario 'Aftenposten'. "Creemos que es natural que nos dé explicaciones (...) Una explicación de la princesa heredera arrojará nueva luz sobre el caso contra su hijo", explicaba.
Se desconoce si Mette-Marit ha recibido esta petición de manera formal y, en el caso de hacerlo, si aceptará responder a las preguntas del juez. Y es que cabe recordar que como madre del acusado no estaría obligada a declarar en primera instancia. A todo esto hay que sumar que Mette-Marit se encuentra en un momento de salud muy delicado, una recaída de su enfermedad que le ha obligado a retirarse de la vida pública durante unas semanas.