Felipe, Elena y Cristina han enterrado el hacha de guerra. Al menos es lo que entendemos después de ver su actitud afable en los últimos días. Las infantas, aunque a regañadientes, aceptaron la invitación de los reyes a la fiesta de cumpleaños de la princesa Leonor en el Palacio de El Pardo, una velada íntima y familiar con la que don Felipe y doña Letizia pretendían poner fin a años de desavenencias.
Pero lejos de quedarse ahí, los tres hijos de los reyes eméritos han vuelto a verse las caras este jueves. La reina Sofía ha aprovechado la ocasión para soplar las velas de su 85 cumpleaños arropada por sus hijos y algunos de sus nietos, un almuerzo distendido y familiar donde se han dado cita también la reina Letizia, Leonor y Sofía, así como Pablo, Miguel e Irene Urdangarin. Pero no han sido los únicos, y es que la madre de Felipe VI ha vivido un día feliz también junto a su hermana Irene y su cuñada Ana María, entre otros.
La última vez que hubo constancia de un cónclave familiar de esta índole fue hace justo 5 años, para el 80 aniversario de doña Sofía. En ese entonces, nada hacía presagiar todo lo que iba a ocurrir entre ellos y posaban felices a las puertas del Palacio de la Zarzuela. Hoy, no contaremos con una imagen que refleje esta unión, pero lo que es una realidad es que Elena, Cristina y Felipe están haciendo todo lo posible por recuperar su vínculo.
Alrededor de las 14.00 horas, don Felipe accedía a palacio en su coche oficial después de haber hecho frente a sus compromisos oficiales, inmediatamente después era Elena quien le seguía los pasos en su propio coche.
El rey Felipe se reencuentra con sus hermanas Elena y Cristina en el Palacio de la Zarzuela
Para entender el momento justo en el que todo saltó por los aires nos tenemos que remontar XX, después llegaría la lluvia de escándalos protagonizados por el rey Juan Carlos.
La infanta Cristina en el banquillo de los acusados
La relación entre Felipe y Cristina se rompió a consecuencia del Caso Noòs allá por el 2015. Para evitar que la Corona se viera salpicada por un caso de corrupción por parte de su cuñado, don Felipe, que acababa de estrenar su reinado hacía unos meses se veía en la obligación de despojar a su hermana del ducado de Palma que le concedió su padre como regalo de bodas, algo por lo que ella se molestó (y mucho). Pero no contento con eso, el padre de Leonor y Sofía presionó a Cristina para que renunciara a sus derechos dinásticos antes de sentarse en el banquillo de los acusados.
"Después de una larga y dolorosa reflexión he llegado a la conclusión que debo manifestar a Su Majestad mi voluntad de renuncia al título, evitando así cualquier polémica que por razón de ello pudiera plantearse en la ciudad de Palma", decía el comunicado de la infanta Cristina. Sin embargo, desde Casa Real se salió al paso para desmentir a la infanta y dejar claro que fue Felipe VI quien le quitó el título. A partir de aquí, nada volvería a ser igual...
Felipe y Letizia con Elena, Cristina e Iñaki en una imagen de 2011
Una de las decisiones que más revuelo generó, fue que don Felipe decidiera limitar la familia real a: Felipe, Letizia, Leonor, Sofía, Juan Carlos y Sofía, apartando para siempre a sus hermanas de la vida institucional.
La infanta Cristina, en contra del trato que se le ha dado al rey Juan Carlos
Aunque desde ese entonces la comunicación entre los hermanos era casi inexistente, todo se recrudeció hace poco más de tres años cuando desde la Casa Real se tomó la determinación de apartar a don Juan Carlos de cualquier acto instituciones después de que el emérito se viera implicado en una serie de escándalos que sobrepasaban los ya conocidos por todos líos de faldas.
El objetivo para don Felipe es uno, salvaguardar la imagen de la monarquía. En 2020, el Rey tomó la determinación de renunciar a la herencia de su padre, y lejos de quedarse ahí le retiró su asignación anual como miembro activo de la familia real. "La Corona debe velar por la dignidad de la Institución, preservar su prestigio y observar una conducta íntegra, honesta y transparente, como corresponde a su función institucional y a su responsabilidad social", citaba el comunicado.
Esto provocó un terremoto sin igual en la familia real y la consiguiente partida de don Juan Carlos a Abu Dabi, una marcha obligada con la que las infantas Elena y Cristina nunca estuvieron de acuerdo. El mal trato que, según ellas, se le está dando a su progenitor generó un nuevo cisma entre los hermanos Borbón, que aún no ha sido resuelto. Las hijas de los eméritos no entienden que su padre tenga que estar lejos de España, y así se lo habrían comunicado a su hermano.
Desde Casa Real son firmes, hay que apartar la imagen de Juan Carlos de Leonor, idea que justifica que el emérito no estuviera presente en ningún acto institucional el pasado 31 de octubre.
La fría relación entre Letizia y Cristina
Muy lejos queda la llegada de Letizia Ortiz a la familia real. La periodista fue recibida con los brazos abiertos por sus cuñadas, y de hecho se comenta que con Cristina tenía una relación más especial si cabe, algo de lo que ya no queda ni rastro. Cuando el vínculo entre los hermanos se rompió por el Caso Noòs, también se llevó por delante su amistad con Letizia. La Reina ha defendido con uñas y dientes el papel institucional de su marido y, por consiguiente, el suyo. Además, según Pilar Eyre, otro de los motivos que las distanció fue la ardua defensa que Cristina ha hecho de don Juan Carlos hiciera lo que hiciera, algo que doña Letizia no estaba dispuesta a consentir.
Sea como fuere, parece que los Borbón están haciendo lo posible por acercar posturas. Quién sabe si de ahora en adelante estas reuniones familiares se repitan con más asiduidad. La próxima...¿Navidad?