Aunque ya han pasado unos días desde la jura de la Constitución y el cumpleaños de la princesa Leonor (18 años) siguen saliendo nuevos detalles sobre el gran día de la heredera al trono. Una jornada que ella misma definía como "inolvidable" y que siempre recordará con "emoción". La hija del rey Felipe VI (55 años) y la reina Letizia (51 años) llegaba al Congreso de los Diputados para jurar la Constitución frente a las dos Cámaras de las Cortes Generales. Tras pronunciar las ansiadas palabras y recibir las medallas del Congreso y el Senado, se desplazaba hasta el Palacio Real para recibir el Collar de la Orden de Carlos III y disfrutar de un almuerzo con las autoridades.
No obstante, era la fiesta privada que tenía lugar por la noche en el Palacio del Pardo el acto que más expectación generaba. Y no es para menos: la familia real se reunía, por primera vez en años, para celebrar la mayoría de edad de la primogénita. Una cita llena de encuentros incómodos que nos hubiera encantado ver, pero que no pudo ser. Casa Real ya avisó que sería una celebración de carácter íntimo y familiar. A pesar de ello, pudimos atisbar a los invitados llegando hasta el recinto, como el rey emérito, Froilán o las infantas Elena y Cristina.
Ahora, hemos descubierto un nuevo dato: el cambio de outfit de la princesa de Asturias. Y es que, tras lucir un imponente traje blanco durante toda la jornada, Leonor quiso cambiar de estilismo y optó por una prenda totalmente diferente. Eso sí, con guiño a su madre de nuevo. Parece ser que la hermana de la infanta Sofía (16 años) quiso dar un poco de color a su outfit y, por ello, optó por un vestido de color rojo pasión. Tal como ha recogido 'Vanitatis', se trata de un diseño de corte midi, con un escote cerrado y de manga corte. La prenda se entallaba en la cintura, destacando así las curvas naturales de su cuerpo, pero adecuándose a la etiqueta de la ocasión.
Para cerrar el look, según el citado medio, Leonor habría escogido zapatos claros y se soltó el pelo que, durante todo el día, llevo recogido en una coleta. Con esta elección, alejada de vestidos de gala y joyas exclusivas, la princesa dejaba claro que para ella la celebración familiar se trataba de una reunión íntima, en la que ser ella misma, alejada del papel institucional que siempre debe personalizar.
Los guiños de la princesa Leonor a su madre, Letizia, en su gran día
En cuanto la vimos aparecer con ese elegante traje blanco era inevitable que todos recordáramos el conjunto de dos piezas de Armani que lució Letizia hace 19 años durante la pedida de mano con el entonces príncipe de Asturias. Una elección que marcaba su camino estilístico dentro de la casa real. Además, el color blanco es uno de los tonos predilectos de la monarca, ya que la hemos visto lucirlo en algunos de los días más importantes de su vida, como los bautizos de sus dos hijas o durante la proclamación de Felipe VI como rey en 2014. De esta manera, Leonor lanzaba un guiño a su madre, quizá en forma de homenaje por su apoyo y ayuda para llegar hasta aquí.
No se quedo ahí. Al escoger el rojo como el segundo color que lucir en su gran día, la princesa no dejaba duda alguna: sus elecciones eran un reflejo de las de su madre. Y es que uno de los outfits más valorados de la reina fue el diseño de Lorenzo Caprile, de crepé y tul de seda, que lució en la boda de Federico y Mary de Dinamarca. Un evento muy especial no solo por el enlace, sino porque fue su presentación ante el mundo como parte de la realeza europea.
De tipo cóctel y música en directo: la fiesta privada de la princesa Leonor
Aunque ya sabíamos que sería un encuentro privado, era inevitable que quisiéramos saber todos los detalles de esa celebración de cumpleaños familiar. Y así fue porque, a cuenta gotas, fueron llegando informaciones sobre esa fiesta privada de la princesa Leonor. Sobre las 20:00h, los invitados empezaron a llegar al Palacio de El Pardo, donde los reyes habían organizado una velada tipo cóctel, informal, para dar la bienvenida a la mayoría de edad de la princesa Leonor.
El rey emérito Juan Carlos era de los primeros, seguido por sus hijas, las infantas Elena y Cristina con sus hijos, Froilán, Irene y Miguel Urdangarin. La reina Sofía, arropada por su hermana Irene y su cuñada Ana María de Grecia hizo acto de presencia para apoyar a su nieta en un día tan relevante. Lo mismo sucedió con los abuelos maternos de la princesa, Jesús Ortiz y Paloma Rocasolano, que acudieron hasta el palacio para estar, por fin, al lado de la heredera. Otros familiares no quisieron perderse este día tan especial, tales como Miriam Ungria con su hijo Boris, la infanta Margarita y su marido, Carlos Zurita, además de sus hijos.
Una vez todos reunidos, tuvo lugar una cena, amenizada con música en directo, y una tarta para que la heredera soplara las velas. La encargada de llevarla hasta la homenajeada fue su hermana, Sofía, tal como confirmó una fuente cercana a la familia al programa 'Socialité'. Y no es de extrañar. Las hijas de los reyes han demostrado lo unidas que están con gestos cómplices y confidencias que no han pasado desapercibidas.