Como todos nosotros, los miembros de las Casas Reales aprovechan estas fechas navideñas para descansar de sus obligaciones. El rey Carlos III (76 años), junto a la reina Camilla y el resto de su familia, se desplazó a Sandringham para desconectar después de su año más complicado. Allí acudieron al tradicional servicio religioso y llevaron a cabo el habitual paseo por los terrenos, donde ciudadanos se acercaron para desearles unas felices fiestas.
Sin embargo, el monarca ha tenido que interrumpir sus vacaciones y reaparecer en los perfiles oficiales de la Corona inglesa con un triste comunicado. El padre del príncipe Guillermo (41 años) quiso mostrar su pena por una reciente muerte, concretamente la de un político estadounidense.
"Me enteré con gran tristeza de la muerte del presidente Carter. Era un servidor público comprometido y dedicó su vida a promover la paz y los derechos humanos", comienza el texto antes de seguir elogiando al expresidente de los Estados Unidos. "Su dedicación y humildad sirvieron de inspiración a muchos y recuerdo con gran cariño su visita al Reino Unido en 1977", ha recordado.
"Mis pensamientos y oraciones están con la familia del presidente Carter y el pueblo estadounidense en este momento", finaliza el rey. De esta manera, Carlos habría interrumpido su descanso para mandar este mensaje de condolencias y ánimo por el fallecimiento de Jimmy Carter a los 100 años. Una prueba de que el rey se toma muy en serio su papel y se encuentra atento a todo lo que sucede incluso durante sus vacaciones.
El tradicional paseo de la familiar real británica en Sandringham
Hace ya algunos días que los reyes Carlos y Camilla, los príncipe de Gales y sus hijos y otros miembros de la Casa Real británica, como la princesa Ana, el príncipe Eduardo o la princesa Beatriz, pusieron rumbo a su finca en Sandringham para disfrutar de unos días apartados de la atención mediática y sus actos oficiales. Una de las pocas apariciones públicas que llevan a cabo en estos días es su salida conjunta para participar en el servicio religioso que tiene lugar en Santa María Magdalena, la iglesia de la localidad.
Fue allí donde Carlos pronunció su discurso de Navidad, en el que no pudo evitar referirse a su enfermedad, que también ha padecido su nuera, Kate Middleton. Como parte del proceso, el rey quiso dar las gracias a "los médicos y enfermeras desinteresados que los apoyaron y a otros miembros de mi familia a través de las incertidumbres y ansiedades de la enfermedad, y han ayudado a brindar la fortaleza, el cuidado y el consuelo que hemos necesitado".
Justo después, volvieron dando un paseo todos juntos y aprovechan para saludar a los vecinos. Es durante esta pequeña caminata cuando podemos verles interactuar entre ellos, sus actitudes y los estilismos escogidos. Por ejemplo, llamó la atención que Kate Middleton escogiera un atuendo tan parecido al de la reina Camilla. La princesa se decantó por una de sus prendas estrella, el abrigo, pero lo hizo en color verde. Una tonalidad exactamente igual a la que lucía su suegra.
Incluso ambas se decantaron por guantes y bolsos negros, botas del mismo color y un tocado muy parecido para cubrir sus cabezas. La única diferencia es que Camilla llevaba con ella un paraguas y dos broches llamativos a cada lado del cuello del abrigo, mientras que Kate ha dejado protagonismo a sus joyas.
Esta coincidencia no parece un descuido, ya que los royals deciden al milímetro sus outfits y siempre intentan mandar un mensaje con ellos. En esta ocasión, Kate y Camilla podrían haber querido mostrar un frente unido y sólido en uno de los peores años de la monarquía inglesa.
Las ausencias en el paseo navideño de los Windsor
Eso sí, este año han destacado algunas ausencias notables como el príncipe Andrés y Sarah Ferguson, que se mantuvieron en su casa de Royal Lodge en Windsor, quizá para evitar avivar la polémica sobre sus figuras. Tampoco estuvieron la princesa Eugenia, su marido Jack Brooksbank y sus dos hijos, August y Ernest, ya que prefirieron pasar el día con la familia de su marido. Y, para sorpresa de nadie, ni los duques de Sussex, Harry y Meghan, ni sus hijos, Archie y Lilibet viajaron hasta Reino Unido para pasar estas fechas con los Windsor.