La reina Sofía (86 años) ha sido la encargada de cerrar este viernes por la tarde la agenda semanal de Casa Real. Y no lo ha hecho desde cualquier lugar. La emérita ha viajado hasta París para acudir a un evento en el que se ha mostrado encantada, más si cabe teniendo en cuenta que ha estado relacionado con una de sus grandes aficiones.
La reina Sofía ha viajado hasta la capital francesa para acudir a la gala conmemorativa del 150 aniversario de la inauguración del Palacio Garnier. Este lugar es sede histórica de la ópera parisina. Bien es sabido que doña Sofía es una apasionada de la cultura, de la música y que siempre que tiene oportunidad acude a conciertos que se celebran en diferentes teatros. De ahí que no haya sido de extrañar que desde Casa Real le hayan cedido a ella el encargo de acudir a este acto.
El look de la reina Sofía para su aparición en París
Para la ocasión, la reina Sofía ha sido fiel a su estilo y se ha decantado por fabuloso vestido largo en azul cobalto que derrochaba elegancia. Además, destacaban los brillos que tenía en los puños, así como la banda que atraviesa desde el torso hasta la cadera. Como complementos, la madre del rey Felipe VI se ha decantado por un doble collar de perlas y un broche en el cuello para rematar sus adornos en una noche muy especial. Antes de ello la emérita se ha desprendido de una capara negra que cubría su vestimenta para soportar el frío parisino.
En cuanto a su expresión, como suele suceder en este tipo de actos, la reina Sofía se ha mostrado relajada y con una sonrisa. Pese a las polémicas que rodean al rey Juan Carlos y pese al delicado estado de salud de su hermana Irene de Grecia, en acontecimientos como este la reina Sofía intenta lucir su mejor versión. Poner por delante su papel de reina emérita y disfrutar de una de sus aficiones son sus máximas a la hora de asistir a conciertos como este que se ha celebrado en París.
La confianza del rey Felipe en su madre la reina Sofía como parte de la agenda real
Además, la presencia de la reina Sofía en la capital francesa, es una muestra más del hueco que tiene en la agenda de la familia real. Pese a que son los reyes Felipe y Letizia los que tienen la mayor parte del peso institucional, ella sigue presente. Diez años después de la abdicación del rey Juan Carlos, doña Sofía ni quiere ni tendría intención de desligarse de sus tareas institucionales. Una presencia en la agenda con la que además su hijo le muestra su confianza en cuanto a su papel dentro de la monarquía.
De hecho, esta misma semana se pudo ver a doña Sofía en otro concierto. Fue en concierto solidario ‘Stradivarius por la DANA’ que tuvo lugar en el Teatro Real de Madrid el pasado lunes. Todo esto sería para ella un revulsivo en la situación de soledad que estaría viviendo. Así lo comentaba hace unos días la periodista Pilar Eyre en su blog de la revista Lecturas. “Me han dicho que está en una situación de soledad”, escribía la experta sobre cómo este sería un sentimiento muy presente en el día a día de la madre de Felipe VI.
Una tristeza que según la experta se incrementó porque “de todas formas, esta aparente entereza se ha quebrado en este último año. Las declaraciones de Bárbara Rey la han hundido en la miseria y Sofía ha estado profundamente triste y abochornada”.
El rey Felipe sería plenamente consciente de los sentimientos de su madre y conseguiría animarle otorgándole funciones dentro de la Corona y estando pendiente de ella también en privado. Tal y como revelaron hace unos días desde ‘Vanitatis’, don Felipe pasaría tiempo con su madre los fines de semana en los que esto le resulta posible, para así hacerle compañía en un momento complicado para ella.
Los motivos de alegría de la reina Sofía
Es evidente que 2024 no fue el mejor año de la reina Sofía. Las fotografías del rey Juan Carlos con Bárbara Rey, los audios de las conversaciones entre su marido y la exvedette o las últimas declaraciones de la madre de Sofía Cristo han hecho que la emérita esté constantemente en el punto de mira. Sin embargo, ha podido disfrutar de momentos de alegría.
El más reciente y significativo es el Toisón de Oro, una de las condecoraciones más importantes de nuestro sistema, que su hijo Felipe le ha concedido. ¿El motivo? Todos los años de fiel servicio al país y a la Corona. Un saber estar y elegancia que Pilar Eyre, bloguera de la revista Lecturas, llevaba un paso más allá al decir que su mayor logro fue no romper con el emérito.
"Por muchos que sean los méritos de la reina, creo que todos los ciudadanos comprendemos perfectamente que su principal servicio a la Corona ha sido no ponerle la maleta en la puerta a su marido", aseguraba la escritora en su blog de la revista.
A este premio, se le suman otras alegrías. Por ejemplo, la madre de la infanta Sofía cuenta con una nueva (y millonaria sobrina). Su sobrino, Nicolás de Grecia, vuelve a estar enamorado tan solo un año después de su ruptura con Tatiana Blatnik tras más de catorce años de matrimonio. De hecho, la prensa griega aseguraría que la pareja ya tendría planes de boda.
Se trata de Chrysi Vardinoyannis, hija de Yiorgios Vardinoyannis que fue presidente del club de fútbol Panathinaikos y ha logrado labrarse una fortuna como empresario. Otros miembros destacados de su familia son Vardis y Marina Vardinoyannis, sus tíos. El primero es un empresario magnate de barcos y la segunda forma parte de la UNESCO como embajadora de buena voluntad.